martes, 28 de abril de 2020

2013 (M 28/4/2020) La economía de los cuidados

      Escuché por primera vez a Amaia Pérez Orozco explicando su Economía feminista en un encuentro en el Matadero de Madrid los días 19/21 de febrero 2016. (Podéis revisar la entrada 1169 del día 9/3/2016 y los que queráis ampliar la información clic aquí o aquí.)
      Se trata nada menos que de relegar al mercado de su papel central de la economía para ceder el protagonismo a la economía de los cuidados. Economistas que merecen mi admiración y respeto han torcido el gesto cuando les he forzado a leer estas obras por considerarlas inadecuadas para poder explicar la economía o inaplicables en lugar de la teoría y práctica capitalistas que siguen vigentes.
       La socialdemocracia y el Estado del bienestar han apostado por el mercado que crea la riqueza y su posterior redistribución entre los menos afortunados con sueldos complementarios paralelos mediante servicios públicos gratuitos, tales como la Sanidad, la Educación, la Justicia, pensiones, seguro de desempleo, servicios asistenciales, etc. Pero la nueva economía feminista de los cuidados busca mucho más que eso. No sólo exige un reconocimiento de los verdaderos protagonistas de la economía sino que quiere subvertir los valores culturales en que se apoya nuestro sistema y ponerlos patas arriba, en un intento que no sabemos cómo podría desarrollarse todavía.
          Sergio C. Fanjul escribe sobre el tema lo que sigue en su artículo La clase cuidadora: esenciales y aplaudidos, pero precarios y poco reconocidos:
           Hay algunos que tienen que seguir dando el callo mientras la mayor parte de la población se confina. Son los que mantienen la sociedad encendida, los realmente imprescindibles, los que hacen al mundo girar. Sin embargo, no suelen tener reconocimiento social, ni salarios acordes con la importancia que esta pandemia ha evidenciado. Son trabajadores de limpieza, de transporte, de supermercado, repartidores a domicilio, dependientes, etcétera,
     Mientras los consejeros delegados, los banqueros, los administradores de hedge funds y los private equity partners se retiran a sus segundas residencias, las personas con salarios más bajos tienen una probabilidad mayor de contagiarse. Cada tarde los ciudadanos aplauden desde los balcones al personal sanitario y algunas películas recientes han puesto el foco en estos otros trabajadores que nos cuidan: la oscarizada Parásitos, de Bong Joon-ho; Roma, de Alfonso Cuarón, o Sorry, We Missed You, de Ken Loach. Pero ¿por qué no se reconoce siempre su labor? (Pues porque prevalece el “mercado” como centro nuclear de la economía, añado yo.) Cubrir necesidades es algo que tiene muy poco valor en el libro de cuentas del universo mercantil.
Cuando eliminamos todo lo prescindible, vemos que la economía ‘­real’ es la forma en que nos cuidamos mutuamente…, trabajadores que enfocan su labor en hacer posible la vida de los demás. La cuestión del trabajo de los cuidados saltó a la palestra en los últimos años en relación con el trabajo doméstico y el cuidado de personas dependientes, una ocupación mayormente no remunerada y realizada por mujeres, carente de prestigio social. Algunas pensadoras, como Silvia Federici o Nancy Folbre, critican que el sistema económico se base en este trabajo gratuito, que constituye hasta un 15% del PIB en España.
         Son trabajos muy feminizados, relacionados con la alimentación —desde su producción a la distribución de alimentos—, con la limpieza y con los servicios personales o la salud. En otros casos, los realizan migrantes, como muchos trabajos del campo. Respecto a los trabajos sanitarios, alrededor de un 40% de esas profesiones (incluidas las especialidades médicas y de enfermería) sufren contratos temporales año tras año y sus condiciones de trabajo se han ido degradando tanto en su versión pública como privada.
       El reconocimiento emocional que brota en estos tiempos de crisis, en proclamas de solidaridad y aprecio en medios de comunicación y redes sociales, no se materializa (salvo en escasas excepciones) en mayores derechos sociales o mejores salarios: eso iría en contra de la rentabilidad generada por este tipo de empleos.
      Las metrópolis europeas de las colonias africanas sabían lo que hacían cuando permitían la agrupación familiar de sus trabajadores (en especial los mineros): de otro modo no habrían podido con la carga que supone el "mantenimiento" sano de su mano de obra.
    La ideología dominante es que la jerarquía social es una jerarquía de habilidades, por lo que las personas en la cima piensan que son mejores que otras. Todos tendemos a juzgar el valor personal del otro por su riqueza externa. Cuando en realidad, en muchos casos los que cobran más aportan menos a la sociedad, y viceversa.
         Si hay trabajos esenciales y no reconocidos, también existe lo contrario, como señala provocadoramente Graeber en Trabajos de mierda: esos que no aportan nada a la sociedad. Con el confinamiento, “millones de personas que iban a trabajar todos los días convencidos secretamente de que sus trabajos eran completamente inútiles, o que podían hacerse en 15 minutos, han tenido que reconocer directamente ese hecho”, opina el autor. Suelen estar relacionados con el oficinismo, la coordinación, la gestión, la consultoría, lo que identificaríamos como un gris empleado empotrado en la estructura empresarial. Conseguir que la sociedad aprecie más a los barrenderos que a los especuladores financieros puede ser un proceso largo y difícil, pero lo que podemos hacer ya mismo es aplicar impuestos confiscatorios a los especuladores para que, al menos, su salario no distorsione nuestra apreciación del valor social de su trabajo, remata su artículo Sergio C. Fanjul, de quien hemos tomado las líneas anteriores.




lunes, 27 de abril de 2020

2012 (L 27/4/2020) Los lunes tweets

21.4.2020. Hoy en Tarragona han caído 300 litros por m². Si Cataluña fuera independiente no habría llovido tanto.

"No quiero aplausos”, culminó en el Parlamento su intervención el Presidente del Gobierno. “Guardémoslos para dárselos a los sanitarios que se están sacrificando por nosotros". Y fue decir esto y la Cámara estalló en una sonada ovación.

La verdadera naturaleza y manifestación del Corona virus Covid-19:

Más palabros de Piedrahita:
acorrablar: lo que hacen quienes al hablarte, a pesar del metro y medio de distanciamiento obligado para no contagiarte, te arrinconan sin dejarte respirar
perrodeo: práctica de pasear a perros alquilados para franquear las medidas del confinamiento
estraperristas: los que practican el perrodeo
farmafia: tráfico de instrumental médico con el que intentan enriquecerse ciertos desaprensivos en tiempos de pandemias

He ido al centro de salud a ponerme la inyección para la ciática y me he dicho: ante todo "actitud", voy a ponerme guapa, y me he pintado los labios. Cuando salía me he mirado al espejo...


Domingo 26 de abril del 2020: Epifanía de los infantes
No he visto cómodos a los niños en la calle. Más bien tensos, envarados, preguntándose qué diablos hace su madre jugando con él al fútbol, ella que en su vida ha tocado una pelota; o el otro que no sabe cómo despegarse de su padre que no le pierde ojo; o la otra, ya treceañera, llorando porque no soporta la mascarilla: "mamá, que no! que no la soporto, que es que me ahogo!". Y todos preguntándose cómo algo tan normal como la calle puede haberse convertido en un castigo. Un chaval de 4 años se negaba a salir a jugar. "Que yo estoy bien aquí, con mis juguetes y mis papás, todos dentro... Yo no quiero saliiir...!"


Comprobé que llevaba conmigo mi carnet de identidad, certificado de empadronamiento, paño y alcohol para desinfectar cada 100 m el patinete, una cinta de un kilómetro para medir la distancia desde mi casa, un cronómetro para no pasarme de la hora..., y al final resulta que me he dejado el niño.


Martes en TV1, 10 pm., “Diarios de la cuarentena”, una sitcom semanal de 30 minutos de duración que os aliviará de la asfixia del confinamiento. Con el sello de Alvaro Longoria y Fernando Colomo. Van ya por el 4º capítulo. Para ver en podcast los (3) capítulos ya emitidos clic aquí : https://www.rtve.es/m/alacarta/videos/diarios-de-la-cuarentena/diarios-cuarentena-capitulo-1/5553659/

lunes, 20 de abril de 2020

2011 (L 20/4/2020) Los lunes tweets

Status quaestionis:
      El covid-19 infecta a 5.000 personas cada día con una mortalidad del 10%, i.e. 500 fallecimientos diarios. Y así, desde hace 40 días, las 500 muertes diarias se acumulan en más de 20.000 fallecimientos hasta hoy. Estabilidad, toda. Pero a este paso si llegáramos a los 48 millones de afectados, sumaríamos cerca de los 5 mills. de fallecimientos. Y yo me pregunto dónde está la curva esa de una mejoría... ¡Maldita sea esta estabilidad!

Por todo ello,
      Sr. Presidente, en la línea de una mayor naturalidad en contra de la histeria mediática que nos asfixia, me permito insistir en lo que dije en la entrada 2009 del pasado sábado 4/4:
      …me pregunto si el remedio podría sea peor que la enfermedad, al no dejarnos activar nuestras defensas. La esterilización del medio puede hacernos vulnerables a otras patologías. La vida es una batalla continua contra agentes patógenos, tanto biológicos como mentales, y con ellos tenemos que convivir y sobrevivir. El aislamiento nos debilita. La perversión del aislamiento forzado culmina con la muerte de ancianos en soledad. Es por ello que deberían reconsiderar cierta flexibilización en nuestro enclaustramiento: paseos en solitario o en pareja por los parques, salidas a la calle de niños acompañados, footing y otros ejercicios, compañía para ancianos agonizantes en soledad…, aunque se limitaran espacios y tiempos…

Sr. Presidente, ¿cuándo vamos a salir de copas, un día de estos, aunque sea con mascarillas y líneas en el suelo de los bares que no puedan traspasarse?

Sr. Presidente, promocione el teletrabajo, que puede ser un instrumento óptimo para repoblar la España vaciada.

Sr. presidente, ¿podría considerar la apertura de viveros y floristerías? No es broma: darle colorido a los interiores de las casas podría ayudarnos contra la depresión.

Más palabros de Piedrahita:
martirmonios: deterioro de relaciones sentimentales por confinamiento.
jabroncete: pastilla de jabón saltarina que en la ducha nos deja ano-nadados
espantorrilla: pierna sin depilar
tontestar: respuestas incoherentes.

lunes, 13 de abril de 2020

2010 (L 13/4/2020) Los lunes tweets


Ni eurobonos ni mutualización de una Deuda europea. Sólo el MEDE que es el nuevo nombre del fondo de rescate hasta 2012. El Estado que quiera dinero que pida un crédito barato al MEDE y se atenga a las condiciones..., aunque éstas no podrán ser tan crueles y humillantes como lo fueron con Grecia. Vale. Pero que no nos vendan ahora que hemos conseguido lo que queríamos. Para nada. Se siguen imponiendo las ideas neoliberales y austéricas de un tal herr Jens Weidman, el presidente del BUBA. Y que cada palo (cada Estado) aguante su vela.

El covid-19 cambiará nuestros valores, nuestros hábitos y hasta nuestro vocabulario. Así el Partido Podrido evolucionará a Partido Piraña, y surgen nuevas palabras como covidiotas, covidivorcios... Seguiremos informando.

The virus we should fear most is precisely that: FEAR. Clip here:
https://youtu.be/bOSjVCTlXJM

Palabros de Piedrahita:
cuidadanos: auxiliares sanitarios que realizan tareas subordinadas
trestristículos: genitales y pene retraídos, vga. al contacto con agua fría
esculético: de nalgas esqueléticas
presonas: ciudadanos en situación de confinamiento.

Y no queriendo olvidar a los medios de comunicación que nos torturan, cito a Kapuscinski: "(En nuestra era audiovisual) sólo el que se ve obligado a ser testigo ocular (de las barbaries) puede ser reprochado sobre qué piensa hacer contra las tropelías que se le muestran. Y por esta vía el más corrupto de los medios de comunicación, la televisión, se erige en instancia moral" (María Nadotti entrevistando a Kapuscinski)


Piensa en global, llora en local.

El llanto, en privado. Si es en público, es teatro

sábado, 11 de abril de 2020

2009 (S 11/04/2020) de los covids y otras pesadillas


A fuer de ser frívolo, y seguro que lo soy, voy a expresarme sobre  el tema del Covid como sigue:
      
En estos tiempos de pandemia galopante, histérica y absorbente, sufrimos un virus peor que el Covid-19: la paranoia. A la que se añade un síndrome: el de Estocolmo. Y con juego de demonios: el del diablo, el de la falsa alternativa entre la inmovilidad carcelaria total o la amenaza de una mortal hambruna por la paralización de la actividad económica. Lo peor es el guión.

    Y ante el comentario "si el guión es malo peor será la película que vendrá después", yo digo que  la película que venga después, la que sea será. Que se ocupen de eso los profesionales de la política que nos gobiernan, que para eso les pagamos. Ya nos ocuparemos nosotros de ella cuando llegue su momento. Lo que nos pre-ocupa ahora, lo que nos agobia siempre, es pre-ocuparnos ahora de lo que tenga que venir después.

Me llega un manifiesto contra el confinamiento que yo no firmaría a pesar de estar de acuerdo con muchos de sus argumentos:

La paralización económica actual es un coma inducido en pro de la sanidad pública. No conviene confundirlo con la inevitable recesión económica que llegará después y cuyo alcance sólo lo conoceremos cuando llegue. Un ejemplo: Los estímulos monetarios que se inyecten ahora no afrontan tanto la previsible posterior recesión económica como servir de paliativo a los efectos inmediatos derivados de la paralización económica por las medidas aplicadas con motivo de la actual situación sanitaria.

Sigo: no voy a discutir con los expertos que han aconsejado imponer medidas tales como el confinamiento casi total, una especie de cárcel sin el soporte legal de una sentencia condenatoria. Pero me pregunto si el remedio podría sea peor que la enfermedad, al no dejarnos activar nuestras defensas. La esterilización del medio puede hacernos vulnerables a otras patologías. La vida es una batalla continua contra agentes patógenos, tanto biológicos como mentales, y con ellos tenemos que convivir y sobrevivir. El aislamiento nos debilita. La perversión del aislamiento forzado culmina con la muerte de ancianos en soledad.

Deberían reconsiderar cierta flexibilización en nuestro enclaustramiento: paseos en solitario o en pareja por los parques, niños acompañados, footing y otros ejercicios, ancianos agonizantes en soledad…, aunque se limitaran espacios y tiempos. Al ministro de Justicia se le escapó decir en tv que salir de casa sin mascarillas "contagia" a los demás, queriendo decir, supongo, que “puede” contagiar, pero ese lapsus inconsciente desvela el autoritarismo que es causa y efecto de estas medidas drásticas. Si se me permite la broma, pedir a gritos por la distancia el pescado o lo que sea puede provocar salivazos más letales que realizar el pedido como siempre, con naturalidad. Y no es que las medidas sean perversas, no. Lo perverso es imponerlas por la fuerza (legal) en lugar de recomendar su aplicación voluntaria que la mayoría aceptaría, o al menos eso espero.

viernes, 10 de abril de 2020

jueves, 9 de abril de 2020

lunes, 6 de abril de 2020

2006 (L 6/4/2020) Los lunes tweets



Hartos del Covid-19 que acapara toda la información en prensa, radio y tv, nos preguntamos cómo es posible que algunos locutores de radio (y tv) tartamudeen o que los presentadores (y/o sus guionistas) que nos abruman con cifras y más cifras disparatadas no sepan ni siquiera sumar y restar.



Entre las actividades esenciales que se permiten durante el confinamiento en EEUU Trump incluye la venta de armas

Frases vacías, a cual más hueca:
Unidos podemos derrotar al virus
Un día más recluidos, un día menos para acabar el confinamiento
Los españoles siempre se han caracterizado por un sentimiento comunitario que estos días es más patente que nunca
… resistiréeee…!
...etc, etc, etc, y así hasta qué sé yo cuántas...

La viñeta de El Roto: reducción al absurdo de un confinamiento total.
Confinamiento sí? confinamiento no? No caben ninguno de los dos como extremos (por lo que un debate sobre el tema sería puramente retórico). El confinamiento que sea, siempre será gradual. Dónde colocar la línea entre los dos, es una decisión política. Para ayudar a la cual, conviene enfocar el tema no sobre su bondad o maldad sino más bien sobre su necesidad, oportunidad y conveniencia. ¿La inmovilización total es aconsejable, posible, inevitable? Si este medio es perjudicial ¿debe aplicarse el principio de que un fin (bueno) nunca (nunca?) justifica los medios, si estos son perversos? Para poder llegar a esta drástica aplicación, los perjuicios y beneficios de ambos extremos deberían estar al mismo nivel.

Palabros de Piedrahita:
gritarristas: los que en estas fechas tocan la guitarra en las terrazas y cantan a grito pelao
envidios: videos de confinados en palacios y jardines
dominguerreras: las (y los) que trabajan los domingos, cuando no trabaja ni Dios
iconorrea: abuso de iconos en whatsapps y demás redes.
disidientes: dientes sobrantes, rebeldes, los que no hacen más que molestar, como la muela del juicio
temblojos: parpadeos, tics nerviosos
hablargar: despedidas que no acaban de ultimarse, en el rellano de la escalera o en donde sea.

P/S.: Esta otra no es de Luis Piedrahita, sino de Luis Eduardo Aute: nuestro Dios, Teocnología.

jueves, 2 de abril de 2020

2005 (J 2/4/2020) Reposición de archivos

En estas fechas de reclusión paralizada las tvs recurren a material de archivo que reponen sin pudor, pues saben que todos lo entendemos. Esto me permite acudir a este recurso. Y así repongo un par de entradas (o tres) que ya habréis olvidado, supongo, y que me disculparéis. Ahí van:
1. (1446, S 4/11/2017) Izquierda/derecha
2. (1445, V 3/11/17) Qué fue antes? el huevo o la gallina?
3. (1444, J 2/11/17) La muerte como origen de la vida


        1446 (S 04/11/17) La izquierda siniestra
No es la primera vez que tocamos este tema, pero me han pedido que lo repita y aquí va.
Los términos izquierda y derecha han quedado obsoletos después de la caída del muro de Berlín. La dicotomía entre la política que atiende a los más necesitados y la que protege los intereses de la minoría privilegiada ha cedido el paso a la distinción entre progresistas y conservadores, persiguiendo ambos aparentemente el interés de todos, pues ambos buscan el mayor número de votos, y discutiendo pocos la conveniencia de la propiedad de los medios de producción, marcando la diferencia el interés por una economía de mercado sin paliativos o la intervención pública en aras de una más justa redistribución de la riqueza.
Es curiosa la aversión por lo “siniestro”, que proviene del hecho de que todo lo perteneciente a la antigua diosa (que residía en el Tár-tar-o, al oeste del oeste, a la izquierda de la izquierda) fuera anatematizado por el nuevo orden patriarcal que se pronunció abiertamente por la derecha (right en inglés es tanto derecho, como legal, como correcto). Como ocurrió con el calendario solar de doce meses que se impuso al lunar de trece meses, demonizándose el número 13 desde entonces, por “siniestro”, suponemos, pues los tiempos lunares eran propios de tiempos anteriores, de las comunidades maternales.
Y así la izquierda pasó a ser “siniestra” y de izquierda se tildó la actitud que se inclinaba por los cambios, contra la derecha conservadora que prefería las tradiciones seculares (siempre que no se remontaran más allá de los tiempos patriarcales).
Debemos aclarar que los nuevos calificativos de “progresista” y “conservador” (los dos se precian de proclamarse centristas para atraer el máximo de votos electorales) son tan correctos el uno como el otro: el primero porque propugna cambios (mejoras) y el segundo porque se aferra a lo que tiene (señal de que tiene algo que conservar, entre otros los valores, lo que le hará defender con más calor lo que posee, entre otros su territorio patrio). Los dos son, pues, pues tan correctos y aceptables como incluso necesarios.
Se propone un ejercicio mental, puede llamarse test, con términos (valores) en dos columnas, la izquierda de las cuales identifica al “progresista” mientras que la derecha retrata  al “conservador”.

Izquierda                                Derecha
Libertad                                   Orden
laicismo                                   Dios
redistribución de la riqueza        economía de mercado
impuestos redistributivos          herencia
servicios públicos                     servicios “públicos” privados
educación pública                     educación privilegiada
sistema de salud pública            sistema de salud privada
dudas                                       dogma
duda metódica (autocrítica)       mentira
cambios                                   conservación de lo conocido
comunidad                               familia nuclear
feminismo                                familia y matrimonio (Sra.de)
amor libre                                monogamia
humor cínico                            ejercicio del poder
diálogo                                    intolerancia
diversidad                                uniformidad
la mezcla                                 la raza
integración                              xenofobia
internacionalismo                     nacionalismos
atenciones sociales                   populismo
justicia                                    venganza
reinserción del criminal             pena de muerte
solidaridad                               mercantilismo
ecología                                   acumular riqueza
afectos a Diónisos                     devotos de Apolo
                                               (añadan ad libitum…)

Un joven conservador resulta tan extraño como un anciano progresista. No se sorprendan si, creyéndose de una ideología determinada, su conducta se comporta en alguna otra dirección. Algunos podrán quedar decepcionados si, al atribuirse los distintos conceptos de las dos columnas, resulta que en la realidad adoptan una “actitud” distinta de la que suelen utilizar como etiqueta.
Por último no se trata de adscribirse a la columna que sea por completo, sino que podemos ser, y somos, más o menos progresistas o conservadores sin que ello nos impida aceptar ciertos valores que están en la columna a la que no creemos pertenecer. Nadie es 100% progresista o conservador, ya que las notas o valores que se consignan en cada columna son extremas y cada uno de nosotros estaremos más o menos en medio. Se trata, pues, de valorar nuestras inclinaciones más que exigirnos una pureza ideológica que no consideramos fuera recomendable. Por ejemplo, nadie duda que el Orden y la Libertad son dos valores necesarios y, más aún, que cada uno necesita del otro; pero de lo que se trata es de por cuál de los dos nos inclinamos, lo que no significa que, optando por uno de los dos como prioritario, reneguemos del otro. Por su naturaleza, el establishment preferirá el Orden mientras que el individuo se inclinará por la Libertad. Y parecen compatibles (tanto como necesarias) la redistribución social de la riqueza como la economía de mercado, si a ésta segunda se le grava con los impuestos suficientes para hacer posible la primera.
El test sólo pretende ayudarnos a conocer cuán lejos o cerca estamos de cada uno de los extremos.
En materia de Servicios Públicos (como la educación, la sanidad, la justicia…)  versus su privatización, se puede apostar por los primeros y al mismo tiempo exigir su gestión privada, lo que significa que el paciente pueda elegir el centro de asistencia o atención (los cuales competirían entre sí) cuyos servicios en todo caso serían pagados con fondos públicos.
Dado que el Poder tiende al autoritarismo y a la uniformidad, la sociedad civil hará bien manteniendo un ojo vigilante sobre la intensidad y extensión de su ejercicio.
1445 (V 03/11/17) Qué fue antes? El huevo o la gallina?
La gente se sigue preguntando "¿qué es antes, el huevo o la gallina?". Ya me pronuncié sobre este tema contestando una respuesta sencilla a una pregunta elemental. Lo hice en la entrada 236 del 16/11/11. Reproduzco el texto:
      Cuando desde el púlpito un predicador declamaba a Teresa de Jesús "vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero" uno de los asistentes levantó el brazo y gritó: ¡la gallina! Bueno, pues igual. Sólo que en este caso hay que ser "creacionista" para levantar el brazo y gritarlo. Los creacionistas (aún los hay en la época actual) son los que aseguran que su dios creó al ser humano a su semejanza, todo entero, tal cual nos vemos, un día que no recuerdo del año 4004 a.d.n. era. Lo llegaron a concretar hasta hace muy poco (no sé si algunos siguen empecinados en ello ni tampoco si afirman que ya hablábamos inglés). En EEUU son muchas las universidades que siguen vetando a Darwin. Pero todos, escuchadme mis pequeños saltamontes, provenimos de un germen, el primero de los cuales hace 5.000 millones de años pudo ser la combinación del hidrógeno, o nitrógeno, con el aire y/o la luz, no me hagan mucho caso, es sólo al "germen" a lo que me refiero. Así que "¿qué fue antes, el huevo o la gallina?" no tiene otra respuesta que "el huevo", vale?
      Así pues, cuando alguien os haga esta pregunta, consciente o inconscientemente está admitiendo que la creación de los seres vivos fue realizada tal como los vemos hoy por un dios creador, que por eso se llama creacionismo. En nuestros días, después de Darwin, no cabe admitir tal disparate, que sólo se explica por su fe en su religión. El huevo, pues, señoras y señores, es anterior a la gallina. Y no al revés. Esto implica aceptar la evolución. Que es una evidencia.
1444 (J 02/11/17) La muerte como origen de la vida
Por qué festejamos a todos los difuntos y a los santos? Según los católicos hoy, el día 1, es de "Todos los Santos" y mañana, día 2, el de los "Fieles Difuntos". Sin embargo Halloween, una fiesta para dar culto o rendir homenaje a los muertos, se celebró la noche del 31 de octubre, como Hallow eve, "Víspera de los Muertos", lo que sitúa correctamente en el día 1 el día de los difuntos. Cuáles son los orígenes de esta tradición? Insistiremos en lo que hemos venido diciendo todos los años en estas mismas fechas. Su origen se remonta a los tiempos en que la Muerte se celebraba como origen de lo vivo, y no como luego (y ahora) en que vemos a la Muerte como el final de la Vida. La muerte era sagrada, porque sagrado es y era todo lo que tenga que ver con la muerte. Pero ahora la despaganizan, la colonializan, haciéndola "santa".
Que la Muerte era fecunda puede comprobarse en el ritual del enterramiento, donde el cadáver-semilla es inhumado para que pueda reproducirse en las siguientes generaciones como ocurre en el ciclo anual del mundo vegetal. Ese es el sentido de las coronas de flores en los cementerios. Ese es el sentido de las coronas que portaban los reyes sagrados que iban a ser sacrificados. Ese es el sentido, el de sacrificarse por sus pueblos, que explica las coronas de los reyes. El Ecce Homo representa el sacrificio saturnal del chivo expiatorio coronado que será sacrificado por su pueblo. Que la Muerte fuera proscrita en los siguientes tiempos patriarcales, con enterramientos extra muros, lo demuestra la prohibición de morir, ni siquiera enfermar, en la isla Delos donde nació el dios "masculino" Apolo, hijo predilecto del nuevo dios-Padre (Zeus).
Es sabido que toda civilización sometida a una nueva cultura verá satanizados sus dioses y valores ante los dioses y valores de la nueva cultura dominante, la cual aprovechará en su beneficio los mitos y rituales que en la cultura sometida se mostraron eficaces. Al menos en lo que respecta a convocar multitudes. Así los dioses nativos se verán sustituidos por los nuevos, pero manteniendo las viejas tradiciones; las catedrales católicas se insertarán en el centro de las mezquitas conquistadas, las romerías mantendrán sus fechas y rutas pero no el tradicional motivo de su culto; la adoración al sol en su solsticio de invierno el 21-24 de diciembre cederá su protagonismo como día del nacimiento del nuevo dios (solar), y hasta Hipólito, cuyas fiestas eran celebradas a mediados de agosto, y que era homosexual (daba culto a Artemisa en lugar de a Afrodita) -hijastro de Fedra que rechaza a su madrastra quien lo calumnia y fuerza a su padre Teseo a maldecirlo, lo que le lleva a morir a los pies de sus caballos-, se convertirá en san Hipólito mártir muerto a los pies de unos caballos. Etc., etc., etc.
        A Perséfone (diosa destructora, representante de la muerte de la naturaleza en el invierno) se le rendía un culto multitudinario en esta fecha del 1 de noviembre, comienzo del invierno en el calendario antiguo, con fastos superiores a los que celebraban su retorno a la tierra como diosa de la primavera cuando se regenera la naturaleza. Una fiesta con tal raigambre y fuerza tenía que ser colonizada por los nuevos dioses, pero no ya como fiesta de muertos sino como fiesta de Todos los Santos, con los nuevos valores, y al no conseguirlo, por continuar los fieles recordando a sus muertos en esta efemérides, la desplazaron al día siguiente para en su lugar festejar a todos los santos. Sin percatarse, oh incultos devotos del Padre de los dioses!, que los difuntos, sagrados, ya eran de por sí santos, todos los santos.
El relato del mito es, en resumen, como sigue: Deméter, diosa de la agricultura, busca afanosa, desesperadamente, a su hija Perséfone (“la que lleva a la destrucción-muerte”, diosa de la Primavera, Proserpina en Roma) que ha desaparecido en el invierno abducida por el dios Hades en el Hades (dios del mundo ctónico, en el subsuelo de la Tierra). Al amenazar Deméter con una hambruna sin fin por la ausencia de frutos y cosechas en la Tierra si Hades no le devolvía a su hija, Hades y Deméter se sometieron al juicio de Zeus: Perséfone cohabitaría con Hades en su mundo subterráneo los 6 meses de invierno, y viviría con Deméter en la superficie de la Tierra los otros 6 meses desde la floración de la primavera.
El invierno comenzaba el 1 de noviembre y en esta fecha se celebraba la Muerte de Perséfone, su encierro en el mundo del Hades, con más solemnidad y afluencia que la de su resurgimiento en primavera. Por qué? porque nuestros abuelos sabían que en el proceso de supervivencia del ser humano lo más importante era la muerte como origen de la vida. Es la muerte del cadáver-semilla la que hace posible, tras su enterramiento, su múltiple reproducción en la próxima primavera. El eterno retorno. Así se entiende la fuerza que perdura en el tiempo de la fiesta que exalta la muerte como protagonista de nuestra vida, desde Mesopotamia a México, pasando por el Halloween en USA (All Hallows Evening, ya cristianizado, mezclando –correctamente!– la muerte con lo sagrado, ahora santificado).
Como la nueva cultura cristiana no podía desarraigar una tradición secular de tanta fuerza, intentaron suplantarla con otra fiesta, ya cristiana, la de Todos los Santos, para sustituir a la de Todos los Muertos, ignorando que santo-sagrado es lo mismo que impuro, contagioso, como todo lo que tiene que ver con la muerte. En efecto, santo y sagrado son lo mismo, y no hay nada más sagrado que un difunto. Pero al ser desplazada al día siguiente, cediendo su lugar a la fiesta de los Santos, resulta que la fiesta del día 2 no es sino la versión cristiana de la misma fiesta, la pagana, cuya celebración de la Muerte debería festejarse en el día anterior. Y los fieles (paganos) confirman el sentido genuino de esta fiesta celebrando en estas fechas a sus muertos y yendo a los cementerios que es lo suyo.
Llevan razón, pues, los mexicanos celebrando la Muerte como se merece, y los norteamericanos haciendo chanza de Ella en la Víspera de la Muerte (Hallow-eve: víspera de Todos los Santos, o Muertos, que en principio era lo mismo) pues el miedo a morir es cultural, inducido por las religiones monoteístas que lo hacen para intimidar y subyugar las conciencias de sus fieles creyentes. La Muerte no merece ser temida.
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(*) La asociación, o analogía, del cadáver humano con la semilla que soterrada en el invierno se ha de pudrir para renacer en nueva planta con muchas más semillas en la siguiente primavera, es tan contundente como repetida en las antiguas civilizaciones: en las paredes subterráneas de las tumbas de los faraones egipcios abundan los motivos agrícolas, cereales, flores...; en la mitología hitita son frecuentes los mitos en que la semilla ingerida evoluciona hasta cobrar vida humana; Osiris no era el dios del maíz, no! él era el maíz; el semen humano que fecunda el ovario para engendrar nuevas vidas se llama así, semen, semilla; en nuestras tumbas colocamos flores para estimular la regeneración de nuestra especie por medio de la inhumación de los cadáveres, el soterramiento de la semilla, etc. etc. etc. Como remate valga la alegoría de la muerte, amortajada con la sábana y empuñando la guadaña, lo cual es correcto, ya que la hoz es una herramienta para la siega de las cosechas.