viernes, 19 de abril de 2019

1789 (V 19/4/19) Ucrania 1932


Pasado mañana se celebran elecciones generales en Ucrania, en segunda vuelta. Han sido varias las veces que Ucrania ha ocupado las páginas de este blog(*)Por eso recojo aquí un resumen de una publicación sobre el tema, ésta de Mario Vargas Llosa, glosando a su vez el libro Hambruna roja. La guerra de Stalin contra Ucrania, de Anne Applebaum.
    La expropiación de los latifundios, dice, obligó a los propietarios de tierras y kulaks a ceder sus granjas y dominios e incorporarse a las granjas colectivas que harían de ellos proletarios, la fuerza pujante y renovadora que reemplazaría su mentalidad burguesa por el fervor solidario de los bolcheviques. Este es el origen de la caída en picado de la agricultura en todos los dominios de la URSS, pero que golpearía sobre todo, con ferocidad inigualable, a Ucrania, en los años 1932 y 1933.(**)
      El Politburó soviético redujo drásticamente la publicación de libros y periódicos en ucraniano, así como la enseñanza de esta lengua en las escuelas y universidades, e impuso el ruso como idioma oficial del país.
    Los campesinos, que habían visto con simpatía la revolución, se resistían a entregar sus tierras y ganados y a asociarse a las enormes empresas colectivas, que, dirigidas por burócratas del partido, eran poco eficientes. Las instrucciones de Stalin fueron terminantes: aquella resistencia sólo podía provenir de los enemigos de clase que querían acabar con el socialismo y tenía que ser aplastada sin misericordia por los revolucionarios. Las brigadas comunistas recorrieron los campos, confiscando propiedades, ganados, aperos, semillas y enviando a prisión a quienes no colaboraban. Las cosechas comenzaron a encogerse, los robos y ocultamiento de alimentos se multiplicaban por doquier. Los testimonios que reúne Anne Applebaum ponen los pelos de punta: “Hay padres que matan a sus hijos con sus manos para que no sufran más y, los más desesperados, para alimentarse con ellos. Ya se han comido todos los perros, caballos, cerdos, gatos y hasta ratas y ratones que podían coger, y los comunicados que llegan a Ucrania de Moscú son cada día más apremiantes: negar la hambruna y, sobre todo, el canibalismo y los suicidios, y castigar sin complejos a los verdaderos causantes de esta catástrofe”.
  ¿Cuántos murieron? Unos cinco millones de ucranianos, por lo menos.
___________________
(*) Vide, por ejemplo, entrada n. 1613 del 3/6/2018 sobre su situación política actual, o la 1091 (21/10/15) sobre los orígenes de Europa, o las 989 (19/12/14), 944 (4/11/14)…
(**) El derrumbe de la agricultura por los koljoses reforzó el capitalismo de Occidente que siempre defendió la economía de mercado sobre la base de la ambición de las personas como motor de la economía. En efecto, la falta de aliciente personal al trabajar el campo para otros se demostró fatal. Y Rusia que, con el Cáucaso, junto a Saskatchewan, era el triguero del mundo, tuvo que importar cereales por falta de autoabastecimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario