Todo esto que sigue lo escribo con motivo de la lectura de un texto de Daniel Mediavilla que el que quiera leerlo, que lo lea. Se
trata nada menos que de declaraciones de un tal Günther Hasinger, nuevo director de ciencia de la Agencia Espacial
Europea, que dice cosas como ésta: “Encontraremos
señales de formas de vida simples fuera de la Tierra en los próximos años”.
Entre las grandes misiones ya aprobadas por la AEE (Agencia Espacial
Europea) destaca Juice, que
tiene previsto partir hacia Júpiter en 2022 para estudiar sus lunas. Los
océanos que parecen existir bajo la superficie de Europa, Ganímedes o Calisto
se encuentran entre los lugares donde podría haber vida dentro del Sistema
Solar. Más adelante, ya en la década de 2030, llegarán Athena y Lisa, un observatorio
espacial de rayos X y otro de ondas gravitacionales que prometen ver como nunca
antes las fusiones de agujeros negros o estrellas de neutrones. Con tales
programas Hasinger se asegura un empleo de por vida, financiación incluida, ya
que no puede fracasar en sus intentos porque no se trata de encontrar nada
sino de buscar. Y seguir buscando. La vida en otros planetas, por ejemplo.
Son muchas las ocasiones en que oímos las
más burdas hipótesis sobre una posible
vida en otros planetas. De ahí a decir que seguro que existe la vida fuera de
nuestra Tierra, no hay más que un salto. Pero deducir que algo existe porque
puede existir es el mejor ejemplo de una aberración cognitiva por una falta de
lógica abismal. Todo lo que existe ha sido posible antes de existir, pero no
todo lo que es posible, ni mucho menos, implica que de ser posible pueda
deducirse que tenga que existir. (Falacia por premisa universal negativa, colega)
Además, de qué vida se trata? vida inteligente? de
qué estamos hablando?
Las hipótesis sin fin ni fundamento
pueden llegar a confundirse con las profecías que se cumplen a sí mismas o el wishful thinking (pensamiento lleno de
deseo) que nos hace ver realidades donde sólo hay ilusiones, y ello por el
deseo de que así sea. Es en este sentido que afirmo que tales hipótesis incluso
en el plano de la mera hipótesis se niegan a sí mismas.
Las hipótesis gratuitas confunden al
personal, nos hacen gastar recursos y energías que deberíamos utilizar para
atender nuestras necesidades reales, y no nos llevan a ningún lado si a priori aceptamos que no podremos
comprobarlas, y mucho menos interactuar con ellas. Y no acaba todo aquí, sino que
pueden perjudicarnos, como ocurre por ejemplo con la hipótesis de Dios, que si
realmente existiera (con barba? hablando inglés?) sólo aceptaría acoger en su
seno a los que hubieran sido dignos de él -y haberlo merecido- por haberlo
rechazado (*). El resultado ha sido una masa ingente de creyentes denigrados por haberse
encadenado mentalmente para evitar que piensen por sí mismos.
Así que “encontraremos señales de formas de vida simples fuera de la Tierra en
los próximos años”. Heleee…! Y no tiene novia! Y sigue bla bla,., y bla
bla, y bla bla…: “Hay
quien dice que la atmósfera de los cometas apesta como un establo de caballos…
Se especula con que los agujeros negros son en realidad parte de la materia
oscura… El factor que determinará si somos capaces de poblar la galaxia es la
longevidad de nuestra civilización… Creo que hay vida inteligente ahí fuera,
pero está tan lejos que no hay posibilidad de comunicarnos con ella…”
Ah, sí? Pero entonces, para qué coño especula con tales estupideces!
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(*) Sobre los grandes héroes -Prometeo, Lucifer, Eva...- que intentaron infructuosamente liberarnos de este estigma, me remito a la entrada 1700 del 20 de enero pxmo./pasado de este mismo blog.
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(*) Sobre los grandes héroes -Prometeo, Lucifer, Eva...- que intentaron infructuosamente liberarnos de este estigma, me remito a la entrada 1700 del 20 de enero pxmo./pasado de este mismo blog.
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