lunes, 17 de marzo de 2025

2645 (L 17/3/2025) Delenda est memoria, pero quién puede borrarlos?

Rutte y Weidmann... Si es que hasta se parecen! a que sí?

Durante varios años intentaron asfixiarnos con una errática política neoliberal conservadora y de ajustes y casi lo consiguieron, sobre todo con Grecia, cuya primera visita de los “hombres de negro”, entre los cuales estaban nuestros dos protagonistas, la sufrieron en el año 2010. Y llegaron a amenazarla con embargarle el Partenón de Palas Atenea!

         Ya en el año 2012 (vide entrada 280.3 del día 20/4/12) celebrábamos el cercano fin de la criminal política de ajustes: “Por fin, parece que se acepta la evidencia de que sin crecimiento no hay ajuste que valga, es más, que la austeridad impide el crecimiento, porque aumentará el déficit y el paro, en un círculo vicioso autodestructivo del que no saldremos nunca hasta tanto se olviden de los malditos ajustes. Pues bien, a pesar de que ya lo aceptan, persisten en sus trece. Como si la austeridad, en época de recesión, hubiera funcionado nunca en ningún lado. El diario neoyorquino nos emplaza a “más inversiones y reformas para el crecimiento y menos obsesión por la aritmética deficitaria cortoplacista” (y miope), El pedal que hay que pisar no es el del freno sino el del acelerador! Persiste el miedo a la inflación. Cuando el problema es el paro.”

         Los principales agentes de la nefasta política de ajustes a lo bestia eran…, adivinad, quiénes serían?, pues quiénes iban a ser, Jens Weidmann, ex-presidente del Banco Central alemán, y Mark Rutte, ex-presidente del Gobierno holandés.

             La palabra austericidio aparece por primera vez en este blog en el año 2018 si bien poco después avisamos de que el término era incorrecto por significar lo contrario de lo que pretendía: austeridad asesina, austeritarismo, cuando lo que ahora se intentaba era lo correcto, matar a la austeridad. Y ahí sí que acertaba el nuevo término. En efecto se había dado en llamar austericidio a la exigencia de ajustes drásticos en los presupuestos y reducir al máximo la deuda, entre otros motivos por el pánico que a Holanda y Alemania les sobrecogía cuando oían la palabra inflación (trauma alemán tras la II Guerra mundial).

          El nefasto Herr Weidmann dimitió como presidente del BUBA, Bundesbank, en 2021, tras 10 años de darle con el raca raca raca a su política de ajustes tan aciaga sobre todo para los países latinos europeos (PIGS nos llamaban, “cerdos”, a los Portugueses, Italianos, Griegos y Spaniards) a los que siempre nos detestaron principalmente en Holanda y Alemania.
           "Por finEuropa se ha decidido por enterrar definitivamente la criminal política del austericidio" que el presidente del BUBA (el Banco Central alemán, el Bundesbank) Jens Weidmann, de nefasta memoria, nos impuso a todos los europeos, y en especial a los griegos. Y la UE por fin ha optado por una política expansiva, una fluidez monetaria y un desenmascaramiento del tabú del déficit público y consiguiente deuda pública que nos estaban asfixiando.
           Bueno, pues ahora resulta que al sr. Rutte le han nombrado Secretario General de la OTAN… y ya ha intercambiado sonrisas con ”su jefe”, el inefable Mac-Donald. Menos mal que a la OTAN le quedan tres suspiros si, como amenaza Trump, su principal financiador le va a retirar sus fondos. Además de que montando nuestro propio ejército europeo se confirmaría nuestra independencia militar de Norteamérica y por tanto de la OTAN.

P/S: Ha tenido que ser la necesidad de rearmarse, en vista del abandono de su protección por los EE.UU., la que ha obligado a Alemania a romper los límites de los landers para endeudarse o del Estado federal para incrementar su Deuda por encima del 0.35% del PIB. Su maldita política neoliberal conservadora, que a punto estuvo de ahogar las economías mediterráneas, sobre todo la de Grecia en el año 2009, estaba dejando en herencia a los futuros alemanes un país con infraestructuras precarias, escuelas y hospitales deteriorados y unas Fuerzas Armadas ineptas para la defensa.
       Lo de que nuestro endeudamiento hipoteca el desarrollo económico de nuestros hijos es una burda falacia. Nuestra deuda les permite tener a mano, ya, y disfrutar, ya, de nuestras inversiones hoy que favorecerán su desarrollo mañana, algo que, si no lo hubiéramos hecho nunca, nos habría situado a todos en el Paleolítico de la Economía. Y en cuanto a su coste (el único coste), el pago de los intereses, éste es O (cero) si no superan a la inflación. Y no hay riesgo de no poder RE-financiar todos los vencimientos  en sus fechas.  
        El nuevo plan consta de tres patas: 500.000 millones a 12 años para modernizar las infraestructuras, eliminación del límite de endeudamiento para el gasto militar, y permiso a los landers para endeudarse hasta el  0,35% del PIB (16.000 millones €). “Alemania ha vuelto”, fue el saludo del nuevo canciller Merz en su encuentro con Los Verdes.
             El debate absurdo sobre si armar o no un ejército europeo común, financiado mancomunadamente, vía por ejemplo deuda pública, Eurobonos, para no mermar los presupuestos de los Estados miembros, no tiene otra explicación que seguir aplicando la política financiera del austericidio, o mejor austeritarismo, que es lo que de nuevo exige Holanda, o sea Rutte. Y ahí lo tenemos, dirigiendo la OTAN...! manda huevos.

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