2551 (V 23/8/2024) Crisis de la democracia

Daniel Innenarity se arroja a la piscina y se moja, como siempre: “La crisis actual de los sistemas democráticos deriva de la falta de autocrítica de su modelo liberal”. “La cantidad de teorías sobre la crisis de la democracia no es debida a que se prefiera otra cosa sino a que no responde a las expectativas que exigimos de ella. En este sentido podemos decir que nuestra mayor exigencia es un signo de vitalidad democráticas y la percepción de la crisis de la democracia es tan profunda porque hay una gran distancia entre lo que nos proporciona y lo que demandamos de ella”.

       Aún sigue sin resolverse el problema que ya anticipó Sócrates: la irracionalidad de los electores. El votante medio carece de la formación y/o conocimientos necesarios. O son hobbits, con baja información o deseo de participación, o son hooligans, de opiniones rotundas con muchos prejuicios. El liberalismo tiene graves déficits democráticos, tales como los populismos o las derechas radicales. Pero el tema estriba en que estamos ante una crisis de la democracia liberal más que una crisis de la democracia: es una crisis como consecuencia de la falta de autocrítica del modelo liberal de democracia. El dilema se plantea entre una institucionalización más estricta o dar rienda suelta a las manifestaciones populares, que pueden ser limitadas por las instituciones. La percepción por la sociedad de estar demasiado limitada le haría desconfiar de que sea suficientemente democrática.