miércoles, 21 de agosto de 2024

2550 (X 21/8/2024) PSOísmo catalán y federalismos asimétricos

Lo que ocurre con la abrumadora mayoría de los gobiernos autonómicos en manos del PP en toda España es similar a lo que acontece con el gobierno del PSOE en Catalunya: además de la Generalitat, tienen el Ayuntamiento de Barcelona y 8 de las 10 principales alcaldías de Cataluña, más su participación en el Gobierno central.

           El apoyo a la independencia se encuentra a niveles mínimos: el 40% contra el 53% que expresamente la rechaza. Incluso dentro de los partidarios de la secesión, caen también a mínimos quienes la quieren aplicar de cualquier manera. Solo el 8% de los catalanes apoyan la independencia unilateral que, con diferentes grados sigue reivindicando la parte de Junts per Catalunya más próxima a Carles Puigdemont.

               Los principales problemas sociales en ambos territorios son similares: la precariedad laboral, la vivienda y la tensión de los servicios públicos. Otra cosa es el tema monográfico de la financiación autonómica que toma una dimensión nacional si se encuadra en un modelo político federal.

          La confederación se diferencia de la federación en que en la primera los miembros mantienen altas cotas de autonomía y el poder central está limitado, mientras que en la segunda los federados renuncian a una parte de sus competencias y el poder central es más fuerte. Las competencias de las Comunidades Autónomas españolas son tantas y tan importantes que convierten a España, de hecho, en un Estado  Confederal. Pero las diferencias en los modelos fiscales entre ellas nos obliga a calificarla de “con-federalismo asimétrico”, algo que, en un nuevo sistema, si se consigue, debería evitarse, aunque habrá que considerar factores como la solidaridad, el nivel de renta de los habitantes, la densidad de población, etc.

       La idea de un consorcio en la administración fiscal, mediante un instrumento que asocie la Agencia Tributaria nacional con las locales, si hay que negociarla en cada caso nos llevaría también a ese “con-federalismo asimétrico” que, repetimos, debemos evitar.

            Borrell, para quien “lo propio de los sistemas federales es tener impuestos federales, como el IRPF en los EE.UU.”, que haya una agencia tributaria en cada länder alemán que recaude el 100% de los impuestos en sus territorios no significa que se queden con la recaudación, todo lo contrario: la ingresan en la caja federal y desde ahí se redistribuye. En toda federación el poder federal es titular de una parte importante de los ingresos públicos.

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