domingo, 18 de agosto de 2024

2549 (D 18/8/2024) …y dale con estos jueces!

 

La Ley Orgánica del Poder Judicial prohíbe a los magistrados dirigir “felicitaciones o censuras” a las autoridades. He aquí un twit del juez Manuel Ruiz de Lara, titular del Juzgado Mercantil número 11 de Madrid y miembro de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), la mayoritaria y de tendencia conservadora:
         “¿Quién nos iba a decir que nos iba a presidir un narcisista patológico con rasgos claros de psicópata sin límites éticos y dispuesto a todo, incluso a destruir el Estado de Derecho, para permanecer en la Moncloa?”

        Se han quedado en la prehistoria. Y han perdido la esencia de su naturaleza, que no es otra que la serenidad en sus juicios (mentales y procesales), la objetividad de sus decisiones, y/o la imparcialidad en sus actuaciones, que es todo y lo único que justifica su existencia. Pero nada, ahí siguen: votando y decidiendo según sus inclinaciones políticas, lo que ha paralizado el CGPJ y ha dificultado después la elección de su presidente, y dando el espectáculo, no sé si bochornoso o esperpéntico, o ambos, como el que nos ofrecen cada día el TS y el TC, opuestos y siempre cada uno en su propia dirección. Desde la jueza María Jesús García Pérez que buscaba pareja en el programa First Dates del Canal Cuatro TV y se ayudaba en sus sentencias con las cartas del Tarot hasta, lo que es peor, tranquilizar a delincuentes de su partido "por la puerta de atrás del Tribunal Supremo". En muchos casos vemos jueces prevaricando abiertamente, o sea desvergonzadamente, desde que condenaron al magistrado Baltasar Garzón, que yo sepa, por prevaricar (él!) indagando en el caso Gürtel del PP. Lo que les hace inverosímiles y les resta toda credibilidad. ¡Ellos, que deberían mostrarse como modelos de honestidad para la ciudadanía…! joder con el lawfare!

      Y ahora, cuando el PP amenaza con una ofensiva judicial y política está dejando bien claro que de trata de dos marionetas que ya Aznar manejaba como nadie. Ejplo: la desfachatez del TS de inhabilitar al magistrado Baltasar Garzón por indagar en el caso Gürtel, hasta ahí podríamos llegar, pero cómo se atrevió!?

          Mas hoy quiero quedarme en otro tema: el de la impunidad de los querellantes sobre bases nulas o falsas. Ejplo: la imputación de la mujer del Presidente del Gobierno. Deberían agravarse las penas contra estas injurias que consiguen destruir vidas o carreras, para evitar estos desaguisados. Fuertes multas, y hasta cárcel, teniendo en cuenta que el juez que permitió sus querellas sin motivo suficiente debería ser recusado en un proceso en el que su mera admisión le haría sospechoso de conchabamiento. Y los que hayan incurrido en esta complicidad, que los inhabiliten, por favor, que no les dejen ejercer, expulsándoles de su carrera.

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