Portugal recibió en 2023 más turistas (30 millones) e ingresos (25.000 millones de euros) que nunca. Y Lisboa es parada obligada, una de esas ciudades que han construido su carisma por su singularidad geográfica y urbanística. A cambio, un 60% de las viviendas son de uso turístico; la ciudad ha perdido un 30% de la población desde 2013, y los barrios históricos son codiciados por el inversor inmobiliario en un proceso de gentrificación que expulsa a los locales hacia la periferia.
Como Barcelona. Como Madrid. Como Mallorca.
Como Las Palmas.
De cine:
Me gustan
las películas del género biográfico (biopics), y si se trata de músicos,
más: ahí están Rapsody, Summer of soul, Leonard Bernstein, Ray Charles, Amadeus,
La flauta mágica… En Back to Black Marisa Abela encarna a Amy Winehouse
que nos dejó alcoholizada a sus 27, para pesar de los amantes del blues
y del jazz.
(Yo aún no la he visto. Pero nos fiamos de Boyero?)
El último
verano la
recomienda Javier Ocaña: Trata de la relación de una atractiva mujer
cincuentona con su hijastro de 17. Dice que intenta la igualdad con lo peor del
hombre: el abuso, la crueldad y la mentira, la conexión entre el poder y el
placer.
(Tampoco la he visto todavía. Pero me apetece
arriesgarme)
Tatami. Dirigida por el iraní Zar
Amir-Ebrahimi, relata la lucha de una yudoka persa con sus adversarios tanto
como contra las presiones políticas desde su país. “Película de evidente
interés sociopolítico. Los combates están rodados con una ágil rabia en la
mirada que encaja a la perfección con el yudo y la lucha política”.
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