Requiem por una familia (la monogámica). RIP.
Quedan lejos los días en que en España había un único modelo familiar, monolítico y eterno, nuclear y heterosexual, y todo lo que se saliera de ahí era socialmente reprobable. Ese falso constructo ha sido destruido en los últimos 20 años y ahora, con la nueva ley de Familias, si Iván quiere ser padre y no tiene pareja, podrá adoptar en solitario. Pilar e Ismael podrán entregarse a su pareja si no quieren descendencia. Silvia y Noelia soñaron con criar hijos, se casaron y ya son cuatro en casa. Valle y Enrique tienen un hijo juntos, pese a que nunca han mantenido una relación sentimental. Barajad las múltiples combinaciones que pueden darse teniendo en cuenta los LGTBI, con o sin hijos de relaciones anteriores, con relaciones abiertas o poliamorosas, monoparentales (o monomaternales) y veréis cuántas os salen. Hasta las parejas ortodoxas, heterosexuales y tradicionales, cabrán en estas nuevas categorías. Si se siguen queriendo de verdad, enhorabuena y con su pan se lo coman, pero que no obliguen a los demás (la mayoría) a ser "felices" de por vida.
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