Hay un tiempo que me fascina especialmente, quizás por pasar algo desapercibido, que es el Mesolítico, allá por los años 15.000 a 10.000 adne. El Homo Sapiens había salido ya de las cavernas y, aunque seguía siendo hunter/collector, comenzó a ensayar asentamientos más o menos estables sin haber domesticado ni los cereales ni el ganado. Y surge la pregunta que remeda la conocida ¿“qué fue antes, el huevo o la gallina”? y que es “¿qué fue antes, la domesticación del trigo o los asentamientos estables?”. La respuesta a la del huevo es fácil: sólo los creacionistas, los que niegan a Darwin, pueden contestar: “la gallina”. Pero en nuestro caso la respuesta es un feedback: no pudieron dejar de ser cazadores-recolectores si carecían de excedentes alimentarios, que requieren cultivos intensivos en asentamientos consolidados, pero tampoco podemos exigirles cultivos consolidados si previamente no se habían consolidado en asentamientos estables. Lo que nos permite concluir que tuvo que haber una fase en que a medida que dominaban los cultivos dependían menos de la caza, las raíces comestibles y los frutos cosechados al paso. Esto es que, durante un tiempo, realizamos ambas tareas en paralelo como complementarias. Y eso imagino yo que fue lo que hicimos en ese período casi desconocido, el Mesolítico.
Así pues, la
domesticación del trigo y de la cabra en el Neolítico fue tanto la causa como
el efecto de unos asentamientos que se fueron consolidando progresivamente desde
un período anterior, el Mesolítico.
Çatal Hüyuk |
Viene esto a cuento
de una noticia, el descubrimiento de Göbekli Tepe, al sudeste de Turquía, datado
en torno al 9.600 adne., calificado como “el templo más antiguo del mundo”, con
probables zonas mortuorias, que se considera como núcleo de asentamientos
sedentarios con una estructura social estratificada.
Es peligroso arriesgarse a calificar cualquier
descubrimiento como “el más antiguo de…”. Decidimos que la pintura rupestre fue
un invento del Homo Sapiens (llegado a Europa no más allá del 40.000) y ahora
sabemos que ya la practicaron en las cuevas cántabras los Neanderthales en el
60.000; que la inhumación de los cadáveres es una magnífica abstracción nuestra
sobre la muerte pero ya la practicaron, de nuevo los Neanderthales, en el
300.000; que la escritura surgió en Mesopotamia en el 3000 y parece que la hubo
antes, allá por el 4.000, no recuerdo bien, a orillas del Danubio búlgaro,
aunque con las pinturas rupestres del paleolítico ya se comunicaban y eso es
también una escritura; que las primeras ciudades datan del 5000 (Jericó
amurallada) cuando las de Çatal Huyuk en Anatolia son anteriores al 6000 y la
cultura jordana natufiense se remonta al 13.000; que los primeros templos se
edificaron en UR allá por el 3000/4000 y ahora sale Göbekli Tepe en el 9.600…
El sedentarismo
permitió la mayor revolución humana, según
Strauss, la del Neolítico, pues el cultivo del trigo permitió la
cerámica, los calendarios solares, la organización social, el excedente alimentario,
que a su vez provocó la creación de murallas y de los ejércitos, y con todo ello
las ciudades…, y hasta hoy.
En cuanto al
acertijo “qué fue antes? el asentamiento o la domesticación de la cabra y el
arroz?”, sabed que en el 8.700, ya con la agricultura desarrollada al sur de
Siria, los habitantes de Göbekli Tepe eran todavía recolectores.
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