Parece que hoy mismo, lunes 10 de enero, un tribunal australiano decidirá si a Nole Djokovic se le permite jugar el Open de tenis 2022, del 17 al 30 de enero, en Melbourne, cuyas autoridades le dieron el placet a pesar de no estar vacunado, pero al que el gobierno central le ha negado el permiso de entrada.
Sin perjuicio de mi admiración por
Djokovich a quien reconozco como nº 1 del mundo desde hace 4 años, tras la histeria de su
viaje al Abierto de Australia 2022, opino que no sólo merece la inmediata
expulsión del país sino también declararle "persona non grata" por algún tiempo para
el futuro.
(En cuanto a lo del número 1:
-Y Nadal? preguntaréis
- Nadal no es un tenista, es el Tenis,
os contestaré yo, como dijo Wagner sobre Beethoven: "no es un
músico, es la Música", cuando le preguntaron sobre quién era a su juicio
el mejor músico de la historia y el contestó: Yo! y entonces le hicieron opinar
sobre el autor de la Novena.)
Que por qué opino así? Pues por varios
motivos:
1. por incumplir la ley australiana que solo admite cuatro
excepciones y el serbio no cumple ninguna;
2. porque permitirle el paso sería un privilegio inaceptable en
los tiempos actuales (con el consiguiente agravio comparativo con los 26.000, entre los cuales la tenista checa Voracova, a los que, por circunstancias similares a la suya, les ha sido denegado el permiso para entrar en el país);
3. porque sería un pésimo ejemplo que reforzaría la estupidez y el negacionismo. Pues no se trata de la libertad para vacunarse sino de la libertad para contagiar.
Y por muchas más, pero me parece que por ahora con éstas basta.
"No(le)Vac YoCovid" es
el título que le sirve a Natalia Junqueras para escribir su columna del sábado
8 de enero en El País.
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