lunes, 23 de agosto de 2021

2093 (L 23/8/2021) Sabíais que…?

Sabíais que...?

Fernando (II) el Católico era descendiente de una concubina?: De Alfonso XI que tuvo con su amante Leonor de Guzmán diez hijos mientras que de su esposa legítima, la reina María de Portugal, sólo tuvo dos, uno de los cuales fue Pedro IV de Aragón (y I de Castilla, conocido como el Cruel), que le sucedió. Este Pedro murió a manos de su hermanastro, Enrique II, conde de Trastámara, uno de los diez hijos de Leonor, la que fue la concubina de Alfonso XI, apodado el Justiciero.

        La ascendencia de Fernando el Católico es, pues, como sigue: su padre Juan II era hijo de Leonor de Alburquerque que era hija de Sancho de Castilla, y éste a su vez de Alfonso XI y Leonor de Guzmán.

         Lo he leído en El País Semanal, en un artículo de Marta Robles, A Leonor de Guzmán la concubina más poderosa de España.

 

…por muy salvaje que sea la conversión de Afganistán en un infierno, no cabe compararlo con los pasados 20 años de pretendida “democracia” (aunque los nacidos en ella se hayan criado con los valores y el respeto a los derechos fundamentales, sobre todo las mujeres) pues los talibanes son los mismos que los de hace 20 años, como cabía esperar. La democracia, como la lengua, los dioses, los valores, el laicismo… no pueden ser impuestos desde arriba pues no arraigan si no provienen de lo más profundo de la sociedad, como producto de una enseñanza desde la infancia y una evolución cultural. Lo cual necesita varias generaciones. Dejarse engañar por la apariencia de un Afganistán redimido y reformado en estos 20 años nos lleva a un desengaño y decepción por la conducta de estas tribus de talibanes que se comportan como siempre han sido, son y lo serán, mientras sobrevivan sus valores radicales, religiosos y fundamentalistas.


…la recomendación de esta semana es la lectura de un artículo, Política pornográfica ‘versus’ política erótica, de Fernando Vallespín, de donde extraigo: “La reducción de la política a una especie de gruñido espasmódico obsceno al servicio de una autosatisfacción narcisista erógena…”. Traducido, significa que las redes sociales propenden a facilitar una mirada pornográfica de lo político: “revela, pero distorsiona; excita, pero hastía; degrada a sus usuarios y es .., bueno, eyaculatoria”. El placer de su uso reside en que permite ser testigo de la chanza y la humillación de los otros y nos facilita el sacar a la luz nuestras emociones primarias, entregarnos a los deseos inconfesados, a prejuicios raciales y todo tipo de fantasías secretas. “Si la pornografía va del cuerpo desnudo y gimiente, Twitter va del cerebro desnudo y gimiente”.

Dos sugerencias peliculeras, Summer of soul y Annette, sólo para melómanos y amantes de los musicales.



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