He leido Imperio (edit. Anagrama, X edic. 2016) del
polaco Ryszard Kapuscinski que junto con Homo Sovieticus de
Svetlana Aleksievich (vide post 1345 del 22/12/16) me han desvelado la crítica evolución de los rusos con
motivo de la Perestroika y
subsiguiente desmoronamiento de la URSS. Abducidos por la protección soviética
renunciaron a sus nacionalidades étnicas que ahora intentan recuperar
Os regalo este increíble texto de Kapuscinski de la obra citada
más arriba, pág. 197, sobre el gran frío en Siberia explicado por Tania, una
niña de diez años (hablamos de 30º bajo cero más o menos):
Al gran frío se le reconoce por una niebla clara y
luminosa que queda encendida en el aire. Cuando la persona la atraviesa, en la
niebla se forma un pasillo. El pasillo tiene la silueta de la persona que pasa.
La persona pasa pero el pasillo permanece, se queda inmóvil en la niebla. Un
hombre grande y macizo forma un pasillo grande, y un niño, un pasillo pequeño.
Tania forma un pasillo estrecho, porque es delgada, aunque, para su edad, es un
pasillo alto, cosa comprensible, pues es la niña más alta de la clase. Gracias
a estos pasillos, Tania sabe cada mañana si sus compañeras han salido ya para
la escuela: todas conocen el aspecto de los pasillos de sus amigas y vecinas
más próximas.
Cuando
ve un pasillo ancho y bajo, de líneas claras y definidas, es señal de que ya ha
pasado por allí Klavdia Matveievna, la directora de la escuela.
Si por la mañana no ve ningún pasillo que por su
medida corresponda a la estatura de un alumno de primaria, eso significa que el
frío es tan intenso que se han suspendido las clases y los niños se quedan en
casa.
A veces se ve
un pasillo que es muy desigual y que de pronto se corta en seco. Eso significa,
Tania baja la voz, que ha pasado por allí un borracho, ha tropezado y se ha
caído. Cuando el frío aprieta muchos borrachos mueren por congelación. Entonces
un pasillo así parece un callejón sin salida.
Y este otro en la pág. 264:
Al mundo lo amenazan tres plagas, tres
pestes: la primera es la plaga del nacionalismo; la segunda, la del racismo, y
la tercera, la del fundamentalismo religioso.
Las tres tienen un mismo rango, un
denominador común: la irracionalidad, una irracionalidad agresiva, total. No
hay manera de llegar a una mente tocada por cualquiera de estas plagas. Todo
intento de entablar una conversación serena está condenada al fracaso. Tienes
que asentir a lo que él dice, concederle la razón, firmarle tu adhesión. Si no
lo haces, ante sus ojos no tienes ninguna importancia, no existes. Las personas
no existen, sólo cuenta su causa.
Una mente tocada por semejante peste
es una mente cerrada, unidimensional, monotemática y sólo gira en torno de un
único tema: el enemigo…
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