Lo que sigue es un resumen de dos reportajes, uno de Nuño
Domínguez sobre Los españoles de la llegada
a la Luna y el otro de Daniel Mediavilla El regreso a la Tierra también fue difícil:
Hace 50 años que
llegamos a la Luna. Si el tema cobra
actualidad es por su conmemoración. Todavía siguen circulando rumores y webs
sobre la falsedad del relato oficial (que si no se ven estrellas, que si las
sombras deberían ser negras, que si la radiación del cinturón de Van Allen
tendría que haber afectado a los astronautas, que si no se levantó polvo durante
el alunizaje, que si la temperatura de la Luna puede llegar a los 120º…) con el
mismo fundamento, más o menos, con el que se niega el Holocausto.
El regreso a la Tierra también fue difícil: de los 30
astronautas reclutados para el programa Apolo sólo siete
permanecieron casados después del viaje a la Luna. Aldrin, el segundo que pisó nuestro satélite, se dio al alcohol
y terminó vendiendo Cadillacs en la ciudad de Los Angeles. A John Glenn le
encargaron que impidiese la publicación de reportajes escandalosos sobre los
escarceos sexuales de varios de sus compañeros. James Irwin, el que condujo el
primer automóvil que circuló en la Luna, sintió la llamada de lo invisible y buscó
el Arca de Noé en el monte Ararat de Turquía. Charles Duke y Eugene Cernan, el último
visitante que caminó en suelo lunar, fueron arrebatados por experiencias místicas
entre las cuales la idea de que la nave espacial se había fabricado largo tiempo
atrás en alguna estrella y que la NASA había ocultado la visita de
extraterrestres a la Tierra.
Datos conseguidos por el programa Apolo: La Luna está activa. Una sonda de la NASA que lleva orbitándola una década ha detectado 28 lunamotos desde 1969 a 1977, ocho de los cuales en líneas de falla. La Luna se separa de la Tierra cerca de 4 cms. por año. Los 17 Apolos permitieron traer a la Tierra 382 kgm de luna. Contra lo que se creía, la Luna no se produjo por acreción, por enfriamiento, sino todo lo contrario, se formó de materiales despedidos de la Tierra cuando ésta fue impactada por un objeto del tamaño de Marte.
Cuando Amstrong pisó la Luna, en la Tierra aún no había internet, ni teléfonos móviles, ni cajeros automáticos ni televisión en color. La tecnología se ha desarrollado más en estos 50 años que en los 50 siglos anteriores.
Datos conseguidos por el programa Apolo: La Luna está activa. Una sonda de la NASA que lleva orbitándola una década ha detectado 28 lunamotos desde 1969 a 1977, ocho de los cuales en líneas de falla. La Luna se separa de la Tierra cerca de 4 cms. por año. Los 17 Apolos permitieron traer a la Tierra 382 kgm de luna. Contra lo que se creía, la Luna no se produjo por acreción, por enfriamiento, sino todo lo contrario, se formó de materiales despedidos de la Tierra cuando ésta fue impactada por un objeto del tamaño de Marte.
Cuando Amstrong pisó la Luna, en la Tierra aún no había internet, ni teléfonos móviles, ni cajeros automáticos ni televisión en color. La tecnología se ha desarrollado más en estos 50 años que en los 50 siglos anteriores.
De lo que no se
habla mucho es del papel que jugaron los españoles en esta gesta. De las cuatro
estaciones de seguimiento de la nave dos estaban en España: en Robledo de Chavela
y Fresnedillas de la Oliva, estando las otras dos en USA y Australia, más las
dos antenas de Cebreros en Avila y Maspalomas en Gran Canaria. A las 21:17 del
20 de julio de 1969, hora española, un joven ingeniero de 23 años (hoy tiene
73), asturiano, llamado Carlos González, fue el primero en escuchar las
palabras del comandante Neil Amstrong, en la estación de Fresnedillas, medio segundo antes que
en Houston, antes que Nixon: “Aquí la base Tranquilidad: El Eagle ha aterrizado”. Inmediatamente se
dio traslado del mensaje a las demás estaciones. Dos horas más tarde tomó el
relevo la estación de Australia. En Fresnedillas lo celebraron con vino, jamón, langostinos y paella de cigalas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario