miércoles, 17 de abril de 2019

1787 (X 17/4/19) Sólo las sociedades complejas necesitan inventar a dios

(Un estudio de la Universidad de Oxford sobre centenares de culturas muestra que la idea de la divinidad moral aparece después de que los hombres dejaran la tribu y aumentara la complejidad social)

Maat
     La creencia en lo sobrenatural es tan antigua como los humanos, dice Miguel Angel Criado, aunque yo no diría tanto: lo que la tribu primitiva admiraba y a lo que rendía culto era al tótem, el espíritu del grupo. Cuando nuestros ancestros oficiaban rituales lo que aplicaban era la magia para dominar a la Naturaleza. Pero bueno, prosigamos.
     La idea de un dios todopoderoso que vigila desde arriba a los humanos y sanciona a los que se desvían de las normas surgió después de que éstos dejaran la tribu por la sociedad: esa es la principal conclusión de un amplio estudio que revisa la emergencia de las sociedades complejas y la idea del dios moral. Desde los antiguos egipcios hasta el Imperio Romano, pasando por los hititas, los dioses morales no entran en escena hasta que las sociedades no adquieren ciertas dimensiones.
      La idea de un Ser omnisciente vigilante de la moral es, pues, reciente. “Antes de la revolución neolítica, de la emergencia de la agricultura y las primeras sociedades, lo que podemos situar a partir del año 6000, los humanos vivían en grupos relativamente pequeños basados en el parentesco. En la tribu todos se conocían y debía ser difícil tener una conducta antisocial sin que a uno lo pillaran. El riesgo de ser señalado, castigado o expulsado del grupo bastaba para controlarlo. Pero a medida que las sociedades se fueron haciendo más complejas, las relaciones con extraños al clan crecían y, a la par, las posibilidades de escapar a la sanción. Para muchos estudiosos de las religiones fue entonces cuando la sociedad necesitó, y creó, divinidades morales que sirvieran para cohesionar al grupo tanto como para sancionar las transgresiones individuales.”
   Para Norenzayan “a medida que las sociedades se hacen más grandes y complejas, el anonimato invade las relaciones y debilita la cooperación. Su teoría se basa en la creencia en dioses morales vigilantes que, por medio de juicios, castigos y recompensas morales, reduce el egoísmo y fomenta la cooperación”. Estas dos citas se hacen para confirmar lo dicho al comienzo de este texto.
Paleta de Narmer
Las primeras ideas de un dios moral surgen en el antiguo Egipto, con la figura de Maat, la hija del dios Ra. Eso fue en torno al 2800 a.d.n.e., posterior un par de siglos a que las primeras ciudades del valle del Nilo se unificaran bajo Narmer, el primer faraón, en el año 3000.
Venus del Danubio, Paleolítico
    El estudio cree ver una conexión entre la aparición de la escritura y la emergencia de los dioses morales. Los primeros registros escritos aparecen una media de 400 años antes que las primeras referencias a estos dioses. "Lo que sugiere que estas creencias no estaban muy extendidas antes de la invención de la escritura", opina Whitehouse.
       Contra esto sí que quiero protestar: a qué escritura se refiere? me pregunto yo. ¿Incluye la pintura rupestre que servía tanto para prácticas mágicas como para comunicar información? Esto nos remontaría a los años 20.000 y si incluimos los gráficos numéricos y/o del calendario nos iríamos hasta el 40.000. ¿Quién nos dice que las figuras de diosas que encontramos en Çatalhöyuk, o las Venus del Paleolítico, como la de Willendorf en Austria (desde los Pirineos al lago Baikal, via el Danubio) no constituyeran dioses moralizadores?
      Si os interesa el tema podéis leer el texto del artículo completo clicando aquí.    

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