sábado, 13 de abril de 2019

1783 (S 13/4/19) Disparates a cual peor


Un silogismo se compone de dos premisas y una conclusión que ha de ser coherente con las dos proposiciones antecedentes. Por ejemplo. A=7, B=7, luego A=B, vale?
       Bien, pues es bien conocido el rígido postulado de los neoliberales.com, liderados por los alemanes de Frankfurt y aceptado por C,s y el PP aquí en España, a saber, que el objetivo prioritario de la política económica europea tiene que ser el control del déficit público y consiguiente equilibrio presupuestario sin ninguna excepción ni flexibilidad por causas extraordinarias, como en efecto aplicaron cruelmente en el caso de Grecia. Tanto que la Comisión Europea ha tenido que pedir perdón recientemente.
    La segunda proposición es que las inversiones y las políticas asistenciales tienen que subordinarse a la primera, la de la austeridad presupuestaria. Y esto lo han cumplido tan a rajatabla, que han conseguido lo que podía predecirse (realmente lo que buscaban), a saber: una desigualdad económica y social que ha producido tensiones como las de los chalecos amarillos en Francia o el separatismo, sí, el separatismo, aunque los catalanes no se percaten de ello, en Cataluña.
       Pero independientemente de que la primera proposición es falsa (*), como se ha venido repitiendo en este blog a lo largo de los seis últimos años, falsa además de inútil, cruel y disparatada, y que la segunda (la de subordinar las políticas asistenciales al objetivo del control del déficit presupuestario) no hay por dónde cogerla, lo menos que se puede pedir es que la conclusión, que canta por sí sola, sea que o bien reducimos los gastos públicos o bien aumentamos los ingresos fiscales (impuestos). Lo primero ya se ha hecho (la reducción de gastos, los recortes principalmente en sanidad y educación) y no cabe seguir aplicándolo porque ya hemos visto que no sirve para nada bueno, fuera de hacer más ricos a los ricos, y que los efectos han sido perjudiciales hasta llegar a un límite insoportable. Así que no queda otra salida que aumentar los ingresos públicos (impuestos), algo que no es peligroso en España que soporta un peso fiscal inferior a la media europea.
  Bueno, pues no. Los neoliberales, olvidando los principios más elementales de la lógica, sin poder recortar más gastos, pues ya no quedan recursos para hacerlo, ni querer aumentar los impuestos, siguen exigiendo que el objetivo sea reducir la deuda pública y el déficit presupuestario.  Pero cómo se hace eso? Cómo se consigue un círculo cuadrado? Y tener que decir esto a estas alturas...
   Exigir algo de lógica parece elemental si se quiere uno comunicar con los demás, pero esto para los políticos, al menos para los neoliberales, parece algo impensable.
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(*) La Deuda Pública por ejemplo es neutra, no tiene efecto alguno en el ejercicio presupuestario si el tipo de interés que se paga por ella (hoy día el 0%, e incluso negativo) es igual o inferior al IPC. 

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