domingo, 31 de marzo de 2019

1771 (D 31/3/19) Macron se pronuncia por una nueva Europa

Hace poco (el pasado 28 de febrero) me quejaba de una Europa cansada, un viejo proyecto que ha devenido en una Europa de naciones, que es tanto como decir una Europa del recelo, la hostilidad, el populismo y la xenofobia. Siguen pendientes los temas comunes, su deseada institucionalización, su urgente necesidad de alumbrar un líder que la saque del marasmo en que ya ni siquiera patalea.
    Europa tiene que ser un referente universal en todo tiempo. Pero USA, Rusia, China y Japón compiten por un ranking relevante en el orden universal. India y Brasil no sabemos cómo se encajarán. Pero la que parece emerger con más fuerza es China que, además de liderar la IA y la telefonía móvil 5G, ha empezado a levantar instituciones internacionales alternativas, paralelas, como el Banco de Inversiones para Asia, o la Organización multilateral de Shangai, o la Belt and Road Initiative (BRI) para inversiones globales. Por otra parte ha establecido relaciones institucionales con 11 países de la UE más 5 candidatos balcánicos (conocidos como la F.16+1), a los que quiere adherirse la Italia de Salvini.

En su manifiesto del día 5 de este mismo mes de marzo Por un renacimiento europeo Macron propugna, entre otras cosas, una nueva Europa:
       Ciudadanos de Europa, dentro de unas semanas, las elecciones europeas serán decisivas para el futuro de nuestro continente.../… En materia de seguridad debemos establecer un tratado de defensa que nos permita una autonomía en colaboración con la OTAN… prohibiendo   la financiación de partidos políticos europeos por parte de potencias extranjeras; debemos revisar el espacio Schengen: los que quieran participar deberán cumplir una serie de obligaciones de responsabilidad (control riguroso de fronteras) y solidaridad (una misma política de asilo con las mismas reglas de acogida y denegación).
    Por otra parte, Europa debe ofrecer un proyecto de convergencia más que de competencia y establecer un escudo social que garantice al trabajador la misma remuneración en el mismo lugar de trabajo y un salario mínimo europeo (adaptado a cada país) revisable anualmente de forma colectiva.
    Necesitamos un Banco Europeo del Clima…, un presupuesto europeo…, un Plan de Inversiones para Europa… Por último Europa debe mirar a Africa apoyando su desarrollo de forma ambiciosa y no sólo defensiva con inversiones, colaboración universitaria, educación y formación de las niñas, etc.
     Libertad, protección, progreso. Sobre estos pilares debemos construir el Renacimiento Europeo. No podemos dejar que los nacionalistas sin propuestas exploten la rabia de los pueblos.      Antes de finales de año organicemos una Conferencia para Europa, junto a los representantes de las instituciones europeas y los Estados, con el fin de proponer todos los cambios necesarios para nuestro proyecto político, sin tabúes, ni siquiera revisar los tratados. Dicha conferencia deberá incluir a paneles de ciudadanos y dar voz a universitarios, interlocutores sociales y representantes religiosos y espirituales. En ella se definirá una hoja de ruta para la Unión Europea que traduzca estas grandes prioridades en acciones concretas. Esta es la propuesta que les hago para trazar juntos el camino del Renacimiento Europeo.

         Si todo esto no se quedara sólo en palabras…

        [Para empezar, la sucesora de Merkel  AKK (Annegret Kramp-Karrenbauer) ya se ha distanciado de Macron en el tema principal, el presupuesto común con medidas sociales, inversiones y centralismo europeo.]

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