Antes que nada conviene
distinguir entre derecho positivo,
que es el vigente en el ordenamiento jurídico (leyes y costumbres) y derecho natural, aplicable en todo caso,
forme o no parte del derecho positivo, y que hoy se recoge en la Declaración de
los Derechos Humanos. En mis tiempos había una asignatura en la carrera, el
Derecho Natural, que hoy no sé si se llama Filosofía del Derecho, o algo así. Se
trata de los principios generales del Derecho o de normas que, por su
naturaleza pueden y deben recogerse en el derecho positivo, pero que prevalecen
sobre éste último. Antígona es un caso ejemplar y como tal lo hemos comentado a
menudo en este blog (vide, por
ejemplo, la entrada 423.1 de 23/8/12 o la nº 433.1 de 3/9/12), condenada a muerte por haberse atrevido a infringir
la ley de la ciudad (derecho positivo) que prohibía enterrar los cadáveres de
los 7 capitanes que murieron en el asalto a Tebas, apoyándose en su "derecho
natural" a enterrar a su hermano Polinices.
La desobediencia civil es la que se practica
contra las leyes vigentes aplicando el derecho natural que está por encima de
la ley. El derecho a esta conducta puede incluso llegar a ser un deber, según
el caso.
Pues bien, en esta
tesis se apoyan los catalanes procesados por rebelión, malversación y
desobediencia, argumentando que obedecían a un “mandato ciudadano que está por
encima de las órdenes judiciales”. Parece ser que se trataba de “ponderar entre la justicia y el derecho;
ponderar que el Govern catalán se debe por Ley al Parlament catalán; ponderar
que votar nunca puede ser un ilícito en democracia; ponderar nuestro compromiso
con los ciudadanos”. El mandato ciudadano es tan fuerte que, según declaran, está
incluso por encima de la Constitución.
Para empezar no hay
tal mandato, pues emerge de un referéndum ilegal, sin garantías, y con la
ausencia de la mitad de la población catalana. Pero es que aunque lo fuera,
serán los jueces los que tendrán que decir si ese pretendido “mandato ciudadano”
pertenece o no a un derecho natural que debe prevalecer sobre las sentencias,
las órdenes judiciales, y hasta la misma Constitución.
El derecho natural puede ser utilizado por
héroes, como Antígona, o por iluminados como lo son los separatistas catalanes o los dictadores cuyo poder
está por encima de la ley ya que pretenden ejercerlo en nombre de dios y
responder tan sólo ante la Historia.
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