domingo, 7 de octubre de 2012

467. reflexiones y otros disparates del día (7/10/12)


1. El androide que se volvió humano
Herr Jens Weidmann, Bundesbank
Un androide es algo de forma humana que cumple funciones técnicas sin que sus decisiones puedan contaminarse con emociones humanas. En un relato de ciencia ficción le sería asimilable el presidente de un banco central, apuesta J.I. Torreblanca, partiendo de la base de que tal personaje debe tomar decisiones puramente racionales sin mezcla de emoción alguna. Pero qué pasaría si alguno se dejara llevar por la emoción? Eso es lo que daría pie al relato que del género de ciencia ficción pasaría a ser dramático. Es el caso del androide humanoide Mon-Toro alemán, presidente del Bundesbank, que ha caído en el error de humanizarse. Veamos. Al desobedecer el italiano Mario Draghi, presidente del BCE (Banco Central Europeo), sus instrucciones sobre la negativa rotunda a la compra de Deuda, ni en el mercado secundario ni en el terciario, el alemán se subió por las paredes (allí sigue todavía). Al publicarse su desacuerdo, único, con todos los demás presidentes de los bancos centrales de los países europeos, traicionó su propio estatuto que obliga a que las decisiones y debates del BCE sean secretos. Intentando imponerse al presidente del BCE, como hasta ahora ha venido haciendo, delata su verdadero propósito de regular la política monetaria del euro como si fueran marcos, que es lo que le gustaría. Y achaca al resto de los países miembros haber dejado el euro en manos de un italiano! Otro sentimiento humano, mezquino, el del nacionalismo. Qué subyace en esta actitud de nuestro androide aberrante? algo humano: el poder, poder, poder… A este androide hay que resetearlo. Tiene que ser reprogramado (o desechado al contenedor de reciclajes)
2. Cataluña quiere irse
Pero a dónde? Por el norte no le deja el Pirineo, por el oeste tiene a España, y por el sur y este se despeñaría a las profundidades abisales de un mar cuya añoranza lleva sus recuerdos hasta Grecia, Sicilia, Cerdeña. Pero a dónde vais! chalaos… (pronúnciese en tono cariñoso). Oídme, los enemigos no son los españoles sino los políticos, los centrales y los catalanes. Os creéis que les importáis? Sólo se importan entre ellos. Fijaos, ya en la guerra de Troya (circa 1.200 ane.) en medio del fragor de la encarnizada batalla se enfrentan a muerte el troyano Glauco y el aqueo Diomedes…, hasta que se reconocen. “Eh, tú, quieto parao! Dónde vas? Pero tú no eres Glauco?”. “Y tú, Diomedes!”. Los dos pertenecían a la misma clase de la nobleza, se conocían por haberse visitado mutuamente, y ahora se despojan del escudo y de las armas y departen sentados amigablemente. Intercambiaron las armas (hoy día sacarían el bocata de tortilla y la bota de vino), “perdiendo en el trato Diomedes pues las armas de Glauco valían sólo unos trípodes mientras que las suyas no se pagaban ni con una docena de esclavas”, no recuerdo ahora sus precios. Y hora se apuntan al independentismo porque saben que así ganarán vuestros votos, pero no son de fiar. Esta cortina de humo vela sus corrupciones y sus recortes sociales, escondiendo que es la Comunidad que menos destina a sanidad y más a los sueldos de sus políticos. Que no, mis amigos catalanes, que no! que no somos enemigos, que vuestros enemigos los tenéis en la plaza de San Jaume, en la Generalitat.
3. Deporte femenino
El deporte tiene varias facetas, la lúdica, la olímpica y la de terapia para desfogar el exceso de energía. Cuando hablamos del deporte femenino no nos referimos al juego ni al terapéutico sino al de competición, terreno masculino donde los haya. Pero la igualdad de géneros que preconizamos nos obliga a ser consecuentes y a animarlas a que también en este campo entre la mujer. Campo que por cierto ya en la época minoica (Creta, 2.000 adne.) era  la mujer, que vemos pintada en las paredes del palacio de Cnosos saltando con pértiga (garrocha) por encima de los toros o ganando las carreras como Atlanta en Erimanto.
          La resistencia sigue siendo fuerte en el mundo árabe donde se las obliga a salir a las canchas con el velo, no sea que se rocen… y ya se sabe, se empieza con el roce y no se sabe cómo se puede terminar. El mero movimiento puede inducir al pecado y “afectar a la virginidad por el exceso de movimientos y los saltos”. Hasta 2004 no hubo paralímpicos femeninos. Otra excusa para la misoginia es la violencia que subyace en el deporte, algo nada femenino. Cuando la realidad es justamente la contraria, una violencia lúdica que sirve de terapia o profilaxis descargando el exceso de energía y la agresividad mediante la reglamentación del encuentro, con un espacio y tiempo limitados, antes y después del cual los contrincantes se saludan “deportivamente”. Incluso en Occidente se segregan los géneros, y es difícil todavía imaginar equipos mixtos. La segregación comienza ya en la escuela pues, como dijo Pio XI, “la enseñanza mixta promueve la promiscuidad y la igualdad”, lo cual debe ser terribilísimo. Fijaos por dónde andamos todavía. Puf! qué asco! verdad?

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