viernes, 5 de octubre de 2012

465. reflexiones y otros disparates del día (5/10/12)


1. Juana de Arco II  (apología vargasllosiana)
Los seguidores de este blog ya conocen mi injusta animadversión contra este tipo Nóbel y los inconfesables motivos personales. Quizás sea por eso por lo que no me gusta lo que escribe con excepción de Pantaleón y las visitadoras. (Los que quieran cotillear puede leer la entrada 208.3 del 28/01/12). Pero ahora, cuando leáis lo que viene, quizás me podréis comprender mejor.
          Es el caso que parece que a este señor, político abortado, le ponen las políticas (con faldas). Ya le leímos proclamando su amor por Rosa Díez de UDyP (pueden verlo en la entrada 132.3 de 12/11/11, no sé cómo acabaría la cosa). Y ahora ante Esperanza Aguirre abre los tarros de sus esencias y las arroja al viento cual pétalos de rosa, empezando por compararla con Juana de Arco y siguiendo con estas lindezas:
            1. Defender, como lo hacía Esperanza Aguirre, el liberalismo, me parecía la manera más rápida de precipitarse en la hoguera del desprestigio y la ruina.
            2. Ha conseguido impulsar medidas y reformas de corte liberal gracias a las cuales la provinciana capital de España de hace tres decenios es la metrópoli de hoy día y la región más próspera, menos endeudada, una verdadera potencia industrial y la de vida cultural más rica y diversificada de todo el país (toma ya!)
            3. Con ella al frente del Gobierno (central) jamás se habría hundido España en la crisis que hoy padece (heleee…!, sic, tal cual).
            4. La vamos a echar mucho de menos. Todos. Los que, como yo, la admirábamos y también sus adversarios, a los que deja hoy en la orfandad. (Eh! eh! eh! quieto parao, la petulancia de este señor llega aquí al paroxismo, pues no sólo declara impúdicamente su amor a Esperanza de Arco sino que nos hace a todos hijos suyos!)
            No me voy a extender en la protesta. Sólo que conviene saber que en contra de su pretendida actitud liberal, Aguirre controlaba todas las instituciones, las habidas y por haber, desde TeleMadrid hasta la Cámara de Comercio, pasando por CajaMadrid (el estropicio, la explosión de nuestra crisis, es de sus políticos), procediendo mencionar el caso Gürtell o el espionaje político de sus propios afiliados en el aparato, o el crecimiento del Opus Dei o el penoso caso del Hopital Severo Ochoa. Es más, su legitimación está viciada de origen por el célebre Tomayazo,  la compra de dos votos socialistas que obligó a repetir unas elecciones que había perdido. Por último, quién se lo cree que se ha retirado?
              Me pregunto cómo reaccionará Rosa Diez ante esta infidelidad.
2. Inculpa(II)
Este gobierno ni habla, bi escucha ni piensa
Se trata de los inculpados como causantes de  la pérdida de calidad, de los servicios públicos, en este caso de la Educación. Ya hemos insistido varias veces a lo largo de este blog que el culpable siempre es otro, y que ése, la víctima, una vez estigmatizada como tal, ella misma se siente culpable. Es el tema del chivo expiatorio y la catarsis de grupo por la expiación colectiva de la culpa. Esperanza Aguirre I fue sutil, sibilina, eficaz y silenciosa privatizando servicios públicos en sanidad y sobre todo en la enseñanza. Prueba de ello es que en este momento Madrid se gasta más fondos públicos en colegios privados (concertados) que en los públicos. Y lo ha hecho reptando sobre el algodón, para no alarmar al personal, de un modo magistral, haciendo culpables a sus víctimas, me refiero a los profesores (por supuesto, los públicos), a quienes siempre se ha referido como privilegiados, con demasiado tiempo libre, demasiadas vacaciones, y poco trabajo.
3. El Padre Vicente II
El Padre Vicente, el santo que hizo posible el Compromiso de Caspe, era de Valencia. Este Padre Vicente, Critóbal Almalé Palaín, también. Cura de misa en latín y casullas doradas, con 39 años, en su modesta iglesia del degradado barrio de Nazaret de Valencia oficiaba según el rito preconciliar de san Pío X, en latín y de espaldas a los feligreses, y se presentaba como vicario general de los Misioneros Apostólicos de María Inmaculada (MAMI), una orden que, en contra de lo que hacían creer sus miembros, nunca contó con el reconocimiento de la Iglesia católica. Su entrega a los más necesitados le valió para recibir subvenciones municipales (más de 600.000 euros entre 2008 y 2010) para el albergue de inmigrantes que gestionaba y que se encontraba junto a la iglesia. Y ambos cerca de los muelles del puerto, quizás para facilitar la acogida de inmigrantes, y también la recogida de la coca que le llegaba de Colombia.
            En enero de 2011 fue detenido por tan sórdido motivo. Actualmente está en libertad bajo fianza, con las cuentas bloqueadas y sin pasaporte. El padre Vicente utilizaba su organización para sacar las mochilas del puerto. Su imagen de benefactor en un barrio degradado no se compadecía con su afición a las armas automáticas y su vocación por los coches de lujo.  Junto a él, de vez en cuando se podía ver a Ricardo Subirón, fundador de la orden, sobre quien el arzobispado de Valencia ya en 1983 alertó de que había sido ordenado “de forma irregular en el Palmar de Troya”, la delirante secta ultraconservadora con sede en Utrera (Sevilla). En el mismo mes de julio de 2010 en el que se aprehendieron los alijos, Almalé se desplazó a Colombia para establecer contacto directo con los proveedores de la red. Allí fue secuestrado por grupos paramilitares que cobraron un rescate antes de liberarlo.
            Yo no me atrevería a sacar conclusiones ni generalizar por este caso. Si lo traigo aquí es porque me parece que hay tema para un guión de una película.

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