lunes, 25 de junio de 2012

355. reflexiones y otros disparates del día (25/6/12)

1. Cúmplase la Justicia, aunque perezca Europa
nos asusta Fernando Vallespín que echa en cara a la Merkel y sus alemanes el rigorismo protestante luterano, la “ética de convicción”, que sobreponen a la “ética de la responsabilidad” de la sociología weberiana. El castigo a los deudores/culpables, que además somos periféricos, del sur y católicos, es algo que tenemos que purgar por el pecado de nuestros excesos de gastos y defectos presupuestarios. Pero el tema no debería quedar ahí. Por un lado, quién y cuándo se decide que ya se ha pagado bastante y que ha llegado la hora de la solidaridad, de la que por cierto se benefician también los del norte. Por otra parte, por qué se castiga y se le hace pagar a los más necesitados por los excesos de los políticos mangantes que son los que construyen aeropuertos sin aviones y se apropian a manos llenas de las contribuciones aportadas por el pueblo llano? Señores alemanes, dejen de “protestar” y lean más a Weber que es considerado el padre de la sociología moderna y verán cómo nos irá mejor a todos.
2. No insulte, sr. Montoro,
que con sólo su presencia ya nos insulta usted a todos. Le han cogido gusto a las tijeras, disfrutan como oligofrénicos echando gente a la calle, para acumular fondos de los cuales extraer recursos para sus familiares y afines altos cargos que ven subir sus sueldos en proporción a las bajadas de los salarios. El voceras y gangoso Montoro ahora nos sale además maleducado (en realidad ya lo sabíamos), despreciando con una arrogancia barriobajera a sus oponentes en el Parlamento. Eso les pasa por haber retirado la asignatura de “Educación para la Ciudadanía”.
3. Surrealismos 
Delitos como son la estafa, malversación de fondos públicos o hasta la falsedad documental, han sido  cubiertos por sus colegas con un tupido velo blindando la inmunidad de los jueces prevaricadores y políticos "banqueros". Los “banqueros”, o gánsteres (políticos) metidos a banqueros, desahucian a una familia de su casa por impago mientras arramplan con indemnizaciones millonarias en compensación por “haber hundido la entidad para la que trabajaban y haber engañado a miles de personas indefensas como el desahuciado”. Si todo lo que se mete en política se emponzoña (hasta lo más sagrado, que es la madre, la haces política y la conviertes en suegra), no te quiero decir la que se armó cuando a los políticos los metieron a ejercer de banqueros en los Consejos de las Cajas. Ya lo decía Sancho cuando don Quijote quiso hablarle del sueldo como inminente gobernador de la ínsula Barataria: “No me hable del dinero, mi señor, sólo póngame donde lo haya”.

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