sábado, 28 de abril de 2012

288. reflexiones y otros disparates del día (28/4/12)

1. ¡Buenagente de todo el mundo, uníos!
Intento publicar el blog en Wordpress por la facilidad de que pueda leerse en varios idiomas. Pero antes de suscribirme, quiero familiarizarme con él en su nivel “gratuito”, lo que me impide por ejemplo elegir el tamaño de la letra. Extrañado con el tema, entro en Google y pregunto “cómo cambiar el tipo y tamaño de letra en Wordpress” y al momento me ayudan otros que han realizado el esfuerzo de aprenderlo y de inmediato lo comparten con cualquier desconocido. Son detalles que me reconcilian con mi especie humana de la que me apartan las tacañerías y torpeza diarias. ¡La cantidad de gente que hay compartiendo, regalando, con esfuerzo y gratuitamente, sus recursos, su tiempo, sus conocimientos, sólo porque sóis buenagente! Y pasáis desapercibidos, cuando sospecho que sóis una (inmensa?) mayoría. Pero los cuatro bellacos (léase políticos corruptos, jueces prevaricadores, religiosos pederastas…) que nos amargan la vida se hacen con el poder y las riquezas para dedicar su tiempo libre a dar por saco al personal, a explotarlo, siendo como son cuatro pringaos, con mucha mala leche, eso sí. Pero cómo hemos podido tardar tanto en enterarnos de que esta situación no puede seguir así!?. Me fascinan, y a quién no!, esas actividades compartidas, GRATUITAMENTE, de intercambio de conocimientos y experiencias en internet, de bailarines alegrando la jornada (y la vida, si pudieran) en un café de Viena, o París, o en la estación de Amberes, de videos como el de José Mota sobre los recortes o el de Aleix Saló sobre Españistán, de las ONGs… Buenagente de todo el mundo, uníos, que los que mandan son los peores, y tenéis que cambiar la sociedad como un calcetín. El primer paso, y quizá suficiente, es tomar conciencia de clase y de vuestro inmenso poder. Por eso repito ¡buenagente de todo el mundo, uníos!
2. Ajustes de cuentas
no le recortó el vestido
se la clavaron, sin más
Los ajustes son eso, ajustes de cuentas, por el tiempo que la (mal llamada) izquierda les privó del poder. Ahora se van a enterar, los del PSOE y la gran masa de la ciudadanía por haberles hecho ese feo a los guapos del PP. Siguiendo la pauta neoliberal de Reagan y Thatcher, y la de Bush Jr. con sus eufemismos (a las torturas de Guantánamo la llamaban “ausencia de confort”, las palabras y los giros cuanto más largos y retorcidos son, más delatan la inseguridad de los que hablan), ya conocemos su retórica falsa para hacernos comulgar con ruedas de molino (vide 238.3, del 8.3,12). Pero les ha llegado la hora de castigar, y de aquí no se escapa ni Teresa de Calcuta, porque no se trata de ajustes y recortes, de lo que realmente se trata es de humillar al personal. De estrujarlo hasta los huesos, de asesinarlo, como lo ilustra la muñeca en que se hincan las tijeras de los recortes. Y por eso han conseguido llevarnos al Estado del Malestar, como le llama M. Rivas, desmantelando el Estado del Bienestar. Y que nadie espere de esta gente otra cosa, porque eso es lo único que saben hacer bien.
3. Cobayas
Un grupo de presuntos científicos observan los devaneos de la cobaya en la jaula. La han sedado, para que no se estropee al chocar contra las barras en sus ataques de histerismo. La están poniendo a prueba sin comer ni beber para comprobar hasta dónde aguanta. Es posible que muera con motivo del experimento. Y si sale, hay altas posibilidades de que salga tocada: un ictus, artrosis, envejecimiento prematuro de los tejidos… Según como resulte el experimento, a los otros animales que esperan los resultados, probablemente les darán de comer y de beber para que sobrevivan. Pero ahora todos tienen los ojos puestos en la cobaya, no porque quieran salvarla, sólo para ver lo que pasa. Son científicos. Mamá, he visto científicos… El jefe de los científicos es alemana, se llama Merkel, y los otros son jefes del FMI, del BCE, y de los países nórdicos. La cobaya es España, somos nosotros. Como mínimo, nos capan.

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