1. el trabajo como coste y mercancía
En nombre de la productividad, competitividad y eficacia, se aprovecha para abusar de las necesidades de los parados y despreciar su dignidad hasta límites intolerables. Considerando el trabajo como coste y mercancía, la empresa que consiga pagar menos hace dumping social, que atenta a la "dignidad, la seguridad económica y la igualdad de oportunidades", dice Francisco Caamaño, sospechoso de parcialidad por su declarada ideología socialista. La negociación colectiva, de rango constitucional, evitaba este abuso por lo que ahora también la quitan de en medio. Los llamados contratos de adhesión (lentejas, o las tomas o las dejas, pero no se negocia su texto, como ocurre con los contratos administrativos o de cuentas bancarias o de seguros) encubre formas modernas de esclavitud. El parado humillado no puede negociar su contrato pues la defensa de su dignidad no da de comer a su familia. Por no hablar del dilema salud/empleo una vez que dos bajas justificadas por enfermedad que sumen nueve días en dos meses son motivo de despido. "Reformar no es adecuar la ley a una realidad económica socialmente injusta", sino que debería corregir la injusticia modificando esa realidad.
En tiempos de nuestros ancestros, matar animales, para comerlos, requería rituales para no indisponerse con el espíritu del animal sacrificado. La comida del animal totémico era sagrada y colectiva, ágape, comida celestial, comerlo como acto de amor. Hoy ya no se mata sólo para comer sino también para divertirnos, deporte lo llamamos. Y la mala conciencia que pueda ocasionarnos la tapamos con justificaciones como el arte (los toros) o el deporte (la caza). Y es que la naturaleza nos ha puesto los bichos ahí para eso, para matarlos. Lo cual conviene enseñarlo incluso a los menores de 14 años.
La mentira para el político es como nuestro entorno para el animal humano, el aire para el ave o el agua para el pez. No sólo es su medio adecuado sino el necesario para que pueda realizar su actividad y para sobrevivir. Pero en las democracias si mientes te lo restriegan luego en la cara y eso no le gusta a nadie. Qué tiene, pues, de extraño que el presidente del Gobierno esquive a los periodistas y que las pocas veces que hable, cada vez menos, lo haga del modo más ambiguo y vacío, ya que siempre que abre la boca está condenado a mentir.
El trabajo es un castigo bíblico por el pecado de Adán y Eva de comer la manzana que les daría el conocimiento del bien y del mal. Parece que el objetivo es redimirnos de él cuando las máquinas y los robots nos hagan los trabajos que nos desagraden. Pero entretanto el paro es el flagelo que castiga a los trabajadores que necesitan un salario para poder sobrevivir. La reforma laboral es la disculpa para, con la pretendida y falsa excusa de crear empleo (pues ocurrirá todo lo contrario, por las causas conocidas a lo largo de este blog), abaratar los salarios al máximo. Todo lo demás son eufemismos.

2. la caza como deporte

3. la mentira como nicho de la política

Pues, verá usted, yo soy un amigo que no leyó su libro (hoy le confieso la verdad) porque miré la primera página y pensé que era un libro anticomunista. Yo soy comunista, marxista leninista para más señas, y un buen día me prometí que nunca leería ni colaboraría con nada que fuera anticomunista.
ResponderEliminarPero he de confesarle que últimamente y con tanta visita papal, me están entrando unas ganas esquizoides de leer su "andrómeda". La pena es que no me queda tiempo ni para eso.
En cuanto a lo de publicar, más vale que no lo haga porque pudiera ser que alguien reconociera mi estilo y no quiero asumir tal riesgo.
Saludo a vos y le dejo unos enlaces y la promesa de volver por estos lares de vez en vez ya que gustome esto último que de vos leí.
Acá vos dejo unos enlaces en la esperanza de que del agrado de vuesa merced resulten y mis mejores deseos.
A más ver.
http://youtu.be/uS8Sg0XJy5o
http://youtu.be/N7P2ExRF3GQ
http://youtu.be/a46aoGLIAs4
http://assange.rt.com/es/