1. Las 7 pruebas del 9


El periódico Público da 7 razones, podrían ser más, para denunciar la irracionalidad del juicio a Garzón: 1. Es la primera vez que se persigue a un juez por ordenar escuchas: 2. escuchas que se iniciaron por un juez anterior a instancias de la policía, y que siguió utilizándolas el juez posterior, con la aprobación del propio fiscal, no habiéndoseles imputado a ninguno de estos por el mismo motivo; 3. que ello de pie a un proceso por prevaricación (: expulsarle del cuerpo de la judicatura) es más que injusto surrealista, pero por si les fallara le imputan otros dos más, perseguir crímenes del franquismo y dar clases pagadas en una Universidad norteamericana, los tres como delitos de prevaricación (es clara la intención de expulsarle por parte de quienes evidentemente prevarican al hacerlo) y los tres, claro está, al mismo tiempo; 4. La suma de procesos propicia una contaminación sin precedentes de los magistrados que juzgan; 5. La vista del caso de franquismo se pospuso a la de las escuchas por temer que aquélla no prosperara, debilitando entonces la persecución en las dos subsiguientes; 6. Los fiscales de todas las causas SE OPONEN A ESTOS PROCESOS, lo que descalifica más, si cabe, la actuación de los togados depredadores; 7. La mayoría de las pruebas pedidas por Garzón han sido rechazadas, por si no lo tuvieran ya suficientemente atado e indefenso: alevosía se llama esto en Derecho. Me temo que la condena está ya prejuzgada. Pero si por miedo a la reacción exasperada de la sociedad civil o por temor a la opinión pública internacional que no acaban de creerse que esto sea posible en la España del siglo XXI, muy a su pesar tuvieran que absolverle, entonces estos jueces del Disparate Supremo deberían ser expulsados del cuerpo de inmediato. Nefasta est memoria.
2. Cifras locas en Educación y Paro
Un periódico que se precia de rigor periodístico como El País informa que los recortes en Educación suman 3.000 millones (de euros), lo cual, si fuera verdad, alcanzaría la cifra de 500.000 millones de pesetas. De bote pronto se me ocurren dos comentarios. Uno, que alguien corrija esto porque no puede ser cierto. Otra, ya que estamos en ello, cuál es la cifra real de los recortes en Educación desde el nefasto mes de mayo 2010? Y ya metidos en números, cuando el Gobierno actual aventuró la cifra de parados en 5.4 millones, que luego ha resultado ser cerca de 5.275.000, se pasó en 125.000, lo que le sirve de colchón para la próxima. Quiero decir, que si la próxima cifra fuera de 100.000 parados más, por ejemplo, aunque la cifra total sería de 5.375.000, ellos podrían decir que con este gobierno se han creado 25.000 puestos de trabajo, pues la cifra anterior había sido de 5.400.000 y ahora sería de 25.000 parados menos, lo pillan? No, si lo que no se les ocurra a éstos... Y para los que se molesten por tomar a broma este tema tan serio, citaré a Félix de Azúa: "en las sociedades represivas (todas lo son, en mayor o menor grado), el ánimo subsiste bajo un disfraz irónico, sarcástico, paródico".
3. La virtud que se ostenta se desvirtúa 
No me ha salido bien. Quería decir que la virtud que se patenta, o se aprecia (o que se precia de serlo) deja de serlo. La virtud que no pasa desapercibida sino que se hace patente, lo hace para eso, para cobrar derechos. Derechos en especie, de reconocimiento, de respeto, aplauso y admiración. Por ejemplo, los generosos, que son muchos, que lo son cuando se nota que lo son, pero luego en los detalles cotidianos se les nota que no, que son gestos de teatro, que “representan”. Son virtuosos pero con la pancarta por delante predicando su virtud. Sí, ya sé que digo esto por algo concreto, por alguien concreto, a quien me ha dolido descubrir que no es lo que pretende. Pero lo hago público porque la especie abunda y seguro que tú también, lector, tienes algún virtuoso en tu entorno que abunda en gestos mereciendo nuestro reconocimiento como actor, pero no nuestra admiración y respeto por alardear de su virtud. Sí, ya sé, ya sé, es que hoy me he levantado santurrón.
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