sábado, 18 de junio de 2022

2205 (S 18/6/2022) El cuento de la mañana, las Alfonsadas y elecciones andaluzas

En mi paseo de madrugada camino de la prensa y el café, siempre me ocurre algo. Bueno, a todos nos ocurre algo, pero algunos se percatan más que otros. Y si eso, lo que fuera, yo lo contara, podría abrir una sección que se titulara “El cuento de la mañana”. Voy a intentar el de hoy.
      Lo prologaré haciendo una apología de los comerciantes: serían los últimos que en el Parlamento apoyaran una declaración de guerra. Su naturaleza negociadora, de la que vive su oficio, rechaza la violencia. Por otra parte, sabido es que los comerciantes no perdonan ni un penique, el negoci es el negoci.
      Y ahora, ya, sí: El periódico me cuesta 1,80 €, pero a veces, para evitar que quien me lo vende tenga que rodear el estante para llegarse a la caja y darme el cambio, cuando le doy 2 € le pido que se quede con la vuelta. Esta mañana no tenía monedas y he tenido que pagarle con un billete, de 10 € por más señas. Cuando me ha devuelto el cambio he tenido la elegancia de no contarlo y metérmelo en el bolsillo con naturalidad. La sonrisa con la que me ha despedido no era convencional, sino más bien sugerente de cierta complicidad. O de cachondeo.
   
    Al llegar a casa recojo las monedas del bolsillo para guardarlas en la cartera y compruebo estupefacto que no me ha devuelto 8,20 sino 8 pelaos, con lo que deduzco que se ha cobrado los 0,20 que a veces le dejo, voluntariamente, de propina. Algo que no me parece nada, nada, bien. Veo entonces que el periódico de hoy, sábado, tiene un suplemento que eleva su precio a 2,20, lo que me hace cambiar la deducción por esta otra: lo que ha hecho ha sido restituirme el cambio que no le permití devolverme el otro día. Y entonces entendí su sonrisa de despedida. De complicidad. Qué pena que yo no hubiera contado el cambio delante de ella en el momento en que me lo dio, porque ahora no sabrá nunca que me percaté de su gesta, digna de ser contada como relato en esta nueva sección que acabo de abrir hoy.)

Las Alfonsadas de Calatayud
Este finde se celebran en Calatayud las Alfonsadas y la gente se vuelca en las calles y plazas vestidas de guerreros, moros, judíos y cristianos, y de odaliscas y mercaderes en jaimas que abarrotan los zocos, con dulzainas y gaitas, atambores y chirimías, oliendo a ternasco asado que ríete tú de la feria de abril de Sevilla.

(Ayer mismo, viernes 16, se asaltó el Calat de Ayud por las huestes de Sobrarbe con el rey Alfonso I el Batallador, Alfonso para los amigos y bilbilitanos.)

Las elecciones andaluzas en 5 viñetas de Peridis


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