Si quieres conseguir la paz prepárate para la guerra, dice el aforismo latino "si vis pacem para bellum". Porque el primer grupo que eligió un caudillo militar y agredió a las tribus vecinas, obligó a éstas a armarse a su vez si no querían ser exterminadas, o requisadas o esclavizadas.
Equiparar el NO A LA GUERRA en 2003 en
Irak con el NO A LA GUERRA de ahora en Ukraina es confundir la velocidad con el
tocino: la posición del Gobierno español ante un conflicto armado ha cambiado
del 2003 al 2022, sí, pero es que en 2003 estaba en la coalición de apoyo a la
invasión de Irak en una guerra inventada mientras que hoy está en contra de la
invasión de Ucrania que ha sido la agredida. Entonces el Gobierno español del
PP de Aznar apoyaba al agresor y hoy el Gobierno del PSOE apoya a la víctima.
Negociaciones diplomáticas, sí. Pero
¿qué negociación es esa si una parte impone la condición de que la otra parte
se desarme y doblegue sin condiciones antes de sentarse a la mesa?
Neutralizar a Ukraina es un eufemismo: lo que el siniestro Putin quiere, y no va a cambiarlo ni negociarlo, es someterla, impedir que ella decida su propio destino. "Rendición o muerte" es lo único que han expuesto sobre la mesa.
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