La
Corona de Inglaterra se debate entre la tradición secular y la modernización de
su sociedad. Isabel II ve cómo se le escapa el control de su hijo Carlos que le
ha impuesto su matrimonio morganático. Su nieto Enrique manda a la familia real a
tomar vientos para unirse con su amor, Meghan, plebeya por guapa que sea. Y
ahora su hijo Andrés se verá procesado por abusos sexuales. ¿Quién ha visto la
corona de Inglaterra y quién la ve, con estos pelos y nada que ponerse?
A este paso a la reina Isabel II los
disgustos familiares no la van a dejar morir joven..., esto, digo, no la van a dejar llegar a vieja...
Y la nuestra? Los desmadres del Emérito
han hecho encanecer los cabellos de su hijo el rey Felipe VI que, atrapado en sus emociones
familiares pero con una conciencia clara de lo que es, o deber ser, la dignidad
real, se debate en sentimientos contradictorios dignos de Shakespeare, quien ya los describió en la duda hamletiana.
Y es que no se pueden imponer valores, tradiciones o
instituciones, en medios que no son los suyos.
La del ático no consigue ligar, la pobre. Lleva ahí más de dos meses, desde finales de noviembre, todos los días, impertérrita, pero sigue sin conseguir pareja. Será que tiene la covid?
(P/S.: Tras dos meses largos de espera solitaria, el mismo 25 por fin le llegó una compañera. Hoy jueves 27 un grupo de forestales y bomberos les han dado a los dos una patada en el trasero)
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