Parece un número tonto, casi inútil, verdad? pero para
nada lo es. El número O es el gran invento de los números. Su descubrimiento en
la India permitió desarrollar las matemáticas tal como las conocemos hoy. Los
números romanos no lo incluyeron y por eso nunca podrían haber avanzado en
esta materia. Einstein, Leibnitz, Newton… no habrían podido aportarnos sus conocimientos
sin la ayuda de este “número”. El cero matemático es el pilar, sin ir más
lejos, de la informática (sistema binario 0 y 1) y está estrechamente
relacionado con la noción de la “nada”, centro de atención en la filosofía
existencialista de Heidegger.
La civilización india es
la cuna de este invento, de uso universal en el siglo XXI. La palabra
«cero» proviene de la traducción de su nombre en sánscrito shunya (vacío)(*) al árabe sifr (صفر, la
voz española «cifra» tiene su origen en sifr). El primer testimonio del uso del «cero indio»
está datado en el año 683. Los árabes lo transmitieron por
el Magreb y Al-Ándalus, pasando posteriormente al
resto de Europa.
Antiguas y grandes civilizaciones -como
las del Antiguo Egipto, Babilonia, la Antigua Grecia y la civilización Maya- poseen
documentos de carácter matemático o astronómico mostrando símbolos
indicativos del valor cero, pero no supieron obtener el beneficio de este descubrimiento. El cero apareció por primera vez
en Babilonia en
el siglo III a. C.,
aunque su escritura en tablillas de arcilla se remonta al 2000 a. C. Los babilonios
utilizaban un sistema de base 60. Con su escritura cuneiforme no era
posible distinguir el número 23 del 203 o
el 2003, aunque esta ambigüedad no pareció preocuparles. El cero también
surgió en Mesoamérica e
ideado por las civilizaciones
mesoamericanas antes de la era cristiana, por la cultura Maya.
Los romanos no utilizaron el cero.
Sus números eran
letras de su alfabeto; para representar cifras usaban: I, V, X, L, C, D, M,
agrupándolas. Para números con valores iguales o superiores a 4000, dibujaban
una línea horizontal sobre el «número», para indicar que el valor se
multiplicaba por 1000.
El cero (zefhirum) fue introducido en Europa
por el matemático italiano Fibonacci en el siglo XII. Las autoridades
eclesiásticas lo tildaron de mágico o demoniaco. La
iglesia y la casta de los calculadores profesionales —clérigos en su mayoría,
que utilizaban el ábaco— se opusieron a su uso frontalmente, vetando la nueva
álgebra, en algunos lugares hasta el siglo XV.
________________________________
(*) sánscrito significa gráfico númerico, que fue anterior a la escritura. El
shunya significa tanto el vacío como la
ausencia, la nada, lo insignificante, lo despreciable, lo nulo, el punto, el
agujero, el éter, la atmósfera, el cielo, el espacio, el firmamento, la bóveda
celeste, la inmensidad del espacio, el viaje sobre el agua, el pie de Vishnú,
el cénit, la plenitud, lo completo, la totalidad, la integridad, lo completo,
la serpiente de la eternidad y el infinito.
|
Comentarios cáusticos sobre la actualidad en ESPAÑA que intentan despertar las mentes dormidas mediante el sarcasmo.
miércoles, 27 de marzo de 2019
1767 (X 27/3/19) El O (cero)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario