La libertad tiene límites
Abusamos del concepto de libertad para justificarnos en casi
todos los campos. Pero la libertad, como todos los derechos, tiene límites. Mi
libertad puede acabar donde empieza el derecho de los demás. La libertad de información
no permite la difamación y choca con el derecho a la intimidad de los demás. La
libertad es un valor absoluto pero existen las cárceles. La vida es un valor
absoluto, pero se permite matar en defensa propia, o en el regicidio del
tirano. Las relaciones sexuales son lícitas… siempre que sean aceptadas. No hay
un solo derecho que no se defina con límites.
En nuestra España caben todos
Lo dice Rivera de
C,s: En nuestra España caben TODOS (nuestra
España? la España de quién? la de él?). En
nuestra España caben TODOS… excepto los que no cumplen las reglas de juego
(qué reglas? las suyas?); en nuestra España caben TODOS…, excepto los que no
aceptan la Constitución (ya quedamos menos, no?); en nuestra España caben TODOS…
excepto los que negocian con los que no aceptan la Constitución (cuántos
quedamos? cuántos cabremos?); en nuestra España caben TODOS… excepto los corruptos
(aquí se queda sin el PP al completo); en nuestra España caben TODOS…, por qué no
lo dice ya de una vez?, TODOS menos los que no piensen como yo. Pero cuántos
caben en la España de C,s? queda alguno?
La jaula
En la foto que
ilustra este texto de M.Vicent, Santiago Abascal, el líder de Vox, exhibe un
impasible ademán con la mirada perdida en un horizonte de montañas nevadas. Su
barbado mentón aproado frente al destino contrasta con los rostros lampiños de
Pablo Casado y de Albert Rivera, que parecen dos novicios ansiosos por llamar
la atención de sus feligreses. Ambos adoptan una compostura impostada, la
sonrisa forzada de photocall, incómoda y tensa,
conscientes de que son unos actores secundarios en esta escena frente a Abascal
y a su lugarteniente Ortega Smith a la espalda, cuya actitud gallarda proyecta
ante la cámara el desafío hacia un futuro heroico. Fue una manifestación
improvisada, a un punto del fracaso, pero quién sabe si mañana los
historiadores verán en esa foto el documento que marcó el cambio sustancial de
la política española con el regreso de la derecha hacia los años oscuros de la
doma dictatorial. La imagen del trío de Colón con su aire de fotomatón ratonero
podría convertirse en un icono español del siglo XXI, pero congelada por el
tiempo será siempre una jaula de la que ni Pablo Casado ni el propio Albert
Rivera, pese a sus grandes dotes de fuguista, nunca podrán escapar. A un
político dentro de una jaula solo le queda el papel de canario flauta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario