viernes, 18 de enero de 2019

1698 (V 18/1/19) Andalucía por la gracia de Vox

"Andalucía por la gracia de Vox", así titula Rubén Amón su columna de Opinión en el diario El País del 17/1/19 que recomendamos.
   Continuando la matraca de ayer sobre esos zombis que han surgido de los escombros del pasado y que, a pesar de su inanidad acaparan todos los foros y medios, deberíamos preguntarnos cómo es posible que les prestemos tanta atención si no merecen nuestro respeto? La respuesta quizás sea que también acapararía las portadas de los medios la presencia de Satanás en cuerpo y alma, rabo y cuernos incluidos, por más que nos repugnara. Pero no, no es el miedo a los demonios ni la gracia del payaso lo que nos atrae, es el temor al peligro real de que la masa cavernícola de nuestro querido país sea mayor de lo que podíamos imaginar.
     Si es cerril defender la patria para negar la diversidad; si es de analfabetos querer implantar la educación segregada; si es de cavernícolas confesarse católicos para obligar a una enseñanza religiosa; si es de tarados calificar de adoctrinamiento la educación de los niños y niñas en la igualdad; si es peligroso proponer una limpieza étnica al estilo del nazismo alemán de la preguerra; si es penoso rechazar como extranjero a todo aquél que no opine como ellos; si es infumable decir que compensar a las víctimas del franquismo es promover el rencor mientras que mantener el culto a su Franco es un motivo de concordia..., entonces lo peor no son ellos sino los que los votan, que sólo en Andalucía han sido cerca de medio millón de cerriles, analfabetos, cavernícolas, tarados, peligrosos, penosos e infumables. Y no lo digo como insultos sino como diagnóstico, simples rasgos para identificarlos.
      Que el lobo quiera vestirse de cordero para ampliar su base electoral lo entendemos. Y más tendrá que hacerlo al integrarse en las instituciones que le obligarán a cambiar su ropaje para hacerse presentable. Pero eso no le permite auto-identificarse como simple derecha y no “extrema derecha”, como ha pretendido hacerlo, por la sencilla razón de que no somos nosotros los que nos etiquetamos sino los demás los que nos identifican.      
Y nosotros, los demás, los execramos por sus propias proclamas: que si la lucha contra el machismo es anticonstitucional y atenta contra la convivencia, que si el feminismo es incompatible con la igualdad que ellos pregonan, que hay que derogar las leyes contra la violencia de género, de memoria histórica y de igualdad de trato, y que no se puede permitir la libre decisión de una mujer de interrupción de su embarazo por el simple hecho de no haber sido deseado. Así que tenemos una derecha derechona de verdad: Cs conservador, PP radical y VOX de extrema derecha, voxes walking dead! todas ellas haciendo las delicias del Rasputín protector Aznar. Juntitas ellas, amontonadas como en el metro a una hora punta.

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