Daniel
Innerarity se expresa sobre este tema en su artículo “El género de la
filosofía” en Babelia del 22/12/18 como sigue:
Wollstonecraft |
Reconforta encontrarse ahora en los
nuevos cánones de la historia de la Filosofía a mujeres como Aspasia, Hipatia, Catalina
de Alejandría, Hildegard von Bingen, Wollstonecraft, Stein, Arendt, De Beauvoir
o Weil, y su mera inclusión repara una parte de la injusticia histórica sobre
la que está construido nuestro mundo, también el mundo de la historiografía
filosófica. El hecho de que la lista de voces femeninas silenciadas sea muy
corta no se debe solo a que quienes elaboraron esa lista no se fijaran en las
filósofas valiosas, sino sobre todo a que a lo largo de la historia han sido
muy escasas las posibilidades que las mujeres han tenido de acceder a los
lugares desde los que emitir su voz.
Aspasia de Mileto (Michel Corneille) |
Reconozcamos, no obstante, que la idea misma de una lista es bastante
patriarcal, como si el discurrir de la historia (en este caso, de la historia
de la filosofía) fuera el recuento glorioso de figuras destacadas, lo que, en
un mundo protagonizado por los varones no podía ser otra cosa que un ranking masculino. El
concepto de superioridad, preeminencia o excelencia es muy falocéntrico.
Una “lista cremallera” de la
historia de la filosofía tendría como efecto perverso edulcorar la
desequilibrada realidad de un mundo que fue pensado por y para los varones.
¿Corregimos la historia de imposición, sometimiento y exclusión otorgando un
protagonismo a quienes de hecho no lo tuvieron porque no pudieron acceder a los
lugares —academias, cátedras, universidades— en los que se decidía ese
protagonismo? Dudo mucho de que el mejor medio para combatir una desigualdad de
ahora en adelante sea contar el pasado como si esa desigualdad no hubiera
tenido lugar. No hacemos justicia a las víctimas si, mediante la magia de una
historiografía militante, las convertimos en actores principales de un pasado
que desgraciadamente no protagonizaron.
Hipatia de Alejandria |
La historia de la filosofía no es incompleta
porque aparezcan en ella pocas mujeres; lo incompleto es la realidad que ese
listado de varones representa y, sobre todo, lo que la mayor parte de esos
filósofos pensaban, no solo de las mujeres en concreto, sino de una sociedad
construida desde la exclusión de la mujer. La discriminación, antes de ser una
práctica social, es un modo de pensar.
El feminismo, pues, no debe
alterar los hechos por ser infames, sino que
debe contar las cosas tal como fueron y no según nos hubiera gustado que
fueran, como primer paso para que en el futuro sean de otro modo.
Por todo lo cual, ¿no sería mejor aceptar el listado convencional tal como está redactado para mostrar a través de él la
enorme parcialidad de un mundo pensado por los hombres?
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