Toda
publicidad por su propia naturaleza es engañosa. Su objetivo es hacer consumir
lo que no necesitas, pues si lo necesitaras no tendrías necesidad de la publicidad
para adquirirlo. Y si te argumentan que sin ella podrías ignorar algo que te
convendría conocer, yo contraargumento que no sería tan necesaria cuando podrías
pasar sin ella y denuncio que el verdadero fin de la publicidad es crearte una
necesidad que no tenías.
Estamos en manos de las operadoras de las
redes. Cada vez que te digan que te actualices porque te van a mejorar el
servicio, no lo creas. Hacen mejoras en sus programas en su propio beneficio,
normalmente para colarte más y mejor la publicidad y/o para conocer más datos
tuyos que les permitan vender información sobre ti a mejores precios. Así que cuando
te ofrezcan cambios que te van a beneficiar, métete de inmediato debajo de la
cama.
Y no sólo eso. Es que al “mejorar” las aplicaciones,
al ser estas cada vez más complejas te fuerzan a cambiar el hardware (el PC o
el teléfono móvil) si no quieres quedarte obsoleto. Lo cual repetirán cada vez
más deprisa, en una vorágine que, si te atrapa, te abducirá.
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