Quien mucho habla mucho yerra, en boca
cerrada no entran moscas, y otros muchos refranes no parece que se los hayan
enseñado a los obispos y políticos que mienten más que hablan, o dicen
disparates sin pestañear.
La irracionalidad de las manifestaciones verbales eclesiásticas obliga a sus
capitostes a tener que desdecirse penosamente, aunque para ello aguarden a que pasen siglos
para intentar no quedar mal. Con lo cual quedan peor. Recordad el lamentable caso
de tener que pedir perdón por la condena de Galileo. Como tendrán que pedir perdón a las
madres creyentes embarazadas que lo fueron por no utilizar el prohibido
preservativo.
Ahora salen pidiendo perdón por haber apoyado la barbarie etarra. Pero
no lo han hecho todavía, por poner un ejemplo, por haber apoyado la dictadura
franquista desde sus mismos comienzos. La petición de perdón, sin embargo, es
tan genérica que no se la creen ni ellos, aparte de que resulta insoportable
que, encima, nos digan ahora cómo debemos llegar a la normalización de la vida
en la sociedad vasca. Y no se les cae la cara de vergüenza. “Pocas personas hay
menos autorizadas que ellos para opinar en este asunto, que ni ha sido ni nunca
debió ser el suyo”, dice Carlos Yarnoz. Y yo.
La metástasis político-religiosa se expresa ahora en la amalgama de
nacionalismo y religión, típica del islamismo, como también lo han intentando
en Cataluña apoyando con arrebatos místicos el “derecho a decidir” de sus ciudadanos. Y es que no dan
una a derechas. Siempre se sitúan en el lado equivocado. Y se contradicen
continuamente, como ocurre con su aversión al sexo y al cuerpo físico, mientras
se anegan en la corrupción económica y pederasta. Su dislocación de la realidad
les permite rechazar el divorcio, la eutanasia, el matrimonio igualitario… Por
no hablar de su psicópata misoginia.
Juan José Sebreli, filósofo argentino de 88 años, entrevistado por Carlos
Cué, define al actual papa Francisco como “un maquiavélico san Ignacio de
Loyola travestido en el dulce san Francisco de Asís… Líder mundial del
populismo, mientras otros hacen de la política una religión, él hace de la
religión una política… Hasta los homosexuales se creyeron las palabritas que
dijo en una escalerilla de un avión, eso de quién soy yo para juzgar(los)? Pero
luego hizo algo? No. Se engañan los derechistas que creen que este papa es
comunista, y no, no lo es, como se engañan los izquierdistas que creen que es
revolucionario. Y tampoco lo es. Y en cuanto a los menos favorecidos, para este
papa la pobreza no es una carencia sino más bien una virtud. Y entonces, para
qué sacar a los pobres de la pobreza? Los curas de las chabolas más pobres
creen que su vida comunitaria es mejor que la deshumanizada clase media que
vive dentro de las ciudades. Lo cual es falso, porque en los chamizos de las
villas-miseria también tienen rejas y alambradas para que no les roben. Estos
curas en vez de predicar deberían repartir preservativos, pues estas familias tienen
diez hijos, ocho, nueve, y si tuvieran solamente uno o dos serían un poco menos
pobres”.
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