1579 (D 29/4/18) Abducción de sesos amb mongetes

El adoctrinamiento de la juventud catalana ha generado monstruos. Una maestra que en su clase identifica públicamente a los hijos de guardias civiles para escarnecerlos públicamente es algo que traiciona su propia naturaleza de pedagoga, o sea un monstruo. Y si este ruin ejemplo es general, como en efecto lo es, en ese caso me atrevo a calificarlo de genocidio intelectual. De debò.

       Practicar estas disparatadas tropelías con descaro sólo es posible cuando se cuenta, o creen contar, con un apoyo general de la sociedad civil, lo que les asegura el aplauso y la impunidad.

     Han sido sopotocientas las veces que hemos denunciado aquí ese vil, castrante, cateto, lavado de cerebro a que han venido siendo sometidos durante más de tres décadas los jóvenes catalanes, el fruto de lo cual está ahí, en las calles, ese penoso espectáculo nacionalista que tanto les emociona a los participantes. (Vide entradas 1412 del 28/9/17, la 1442 del 31/10/17, la 1453 del 11/11/17,  la 1468 del 7/1/18…)
      Y lo califico de penoso, vil, castrante y cateto, porque basta con ser adulto para entender que esa deriva no va a ningún lado, no puede ir a ningún lado, y no por razones ideológicas sino por la propia realidad (Europa, la prima de riesgo de la deuda, la ilegalidad frontal, vide entrada 1421 del 7/10/17, etc. etc. etc….) que la hace tan imposible como innecesaria. Pero es más, en el caso imposible de que se consiguiera, no conllevaría ninguna ventaja sino sólo inconvenientes para los catalanes.

      Urge, urge, algún tipo de intervención en la enseñanza que frene de una maldita vez esta deriva hacia el absurdo y el suicidio colectivo.