sábado, 14 de abril de 2018

1564 (S 14/4/18) 200 millones de dalits

En Ahmedabad
      O más. Hay quien habla de un cuarto (y un tercio!) de la población de la India que tiene más de 1.200 millones de habitantes y en breve alcanzará los 1.500. O sea 400 millones. Digamos, pues, que entre 200 y 400 millones más o menos.
    Los dalits son a menudo víctimas de la violencia, linchamientos  asesinatos y violaciones. Porque son la casta más baja, la de los parias, los intocables, dalits, harisjan o panchamas.
     La India es el lugar donde hay menos movilidad social, que es la que permite la meritocracia (el gobierno de los mejor capacitados). Las cinco clases sociales que la habitan son cerradas, herméticas, y cuesta mucho, demasiado, ascender a una clase superior. La creencia en la reencarnación condena a los que tuvieron una vida perversa a volver a nacer como animales o parias. Un paria difícilmente podrá reencarnarse en un estatus superior por muy justo que se comportara en vida.
      El estatus de los parias/dalits les predetermina con quién pueden casarse y qué profesiones pueden desempeñar, si bien tienen limitados los trabajos marginales que pueden realizar, tales como los del cuero, artesanos callejeros, lavanderos, o granjeros y jornaleros sin tierra… Tradicionalmente eran aislados en sus propias comunidades, hasta el punto de que las clases superiores evitaban su contacto e incluso el de sus sombras. Los dalits han elegido al elefante como su símbolo. Se les llama así por concentrarse principalmente en la región de Dalit.
       En la India hay sopotocientas etnias, religiones, lenguas… lo que explica que no todos los dalits sean budistas (40%) sino que también hay sijíes, (30%) hindúes (20%) y cristianos (10%).
     La discriminación contra los dalits existe aún en zonas rurales y en la esfera privada. No obstante, ha desaparecido en zonas urbanas y en la esfera de lo público, en lo relativo a libertad de movimiento y el acceso a la educación. Leo en wikipedia que existen grupos similares en Bangladés (los arzales), en Yemen (conocidos por al-akdham) y en Japón donde reciben el nombre de burakumin, pero imagino que no son tan cerrados como en la India.
      Los dalits, pues, repito, son a menudo víctimas de la violencia, linchamientos  asesinatos y violaciones. Y en el estado de Rayastán sólo entre 1999 y 2003 hubo más de 143 parias violadas y 93 asesinados. Por eso se promulgó en 1989 la Ley de Prevención de Atrocidades contra Castas y Tribus que permite detener a los meros sospechosos de agredir o discriminar a los parias, lo que fue modificado el pasado 20 de marzo por el Tribunal Supremo de la India, en el sentido de limitar los casos en que podían ser detenidos. Esto ha sido lo que ha provocado la frustración de los intocables que han estallado en las calles de India con protestas y disturbios. Se han realizado detenciones en Bihar, Jharkhand, Uttar Pradesh, Madhya Pradesh..., y han muerto 9 en Rajastán.
      Ya lo dijo nuestro Calderón: “¿Habrá otro, entre sí decía, más pobre y triste que yo? Y cuando el rostro volvió…”

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