miércoles, 4 de abril de 2018

1554 (X 4/4/18) iaoué (ó IEOUÁ)

Y ya que celebramos fechas espirituales dejadme deciros que nuestros ancestros identificaban nuestros nombres, nuestras imágenes, nuestra sombra, nuestras huellas, con nuestro espíritu, lo que es decir con nosotros mismos. El nombre lo guardaba la madre que ponía a sus hijos otro nombre distinto por el cual pudiera ser llamado, para que ningún extraño pudiera perjudicarle utilizando mal su nombre. Roma, misma, no tenía realmente ese nombre que sólo conocía el Pontífice Máximo de turno. Nadie, y mucho menos dios, podía ser llamado por su nombre, pues el que lo conociera podría utilizarlo para, dañándolo, perjudicar a su portador. Los judíos lo llamaban "Señor" pero en griego: Adonai.
      El dios de los judíos se autodefinía “Yo soy el que soy” evadiéndose de tener que darse un nombre por el que se le conociera. El arca de la alianza era la morada donde residía la presencia de su dios Sin-nombre, es decir de su espíritu, simbolizado en una llama. Esto por un lado.
   Por otra parte, los alfabetos en sus orígenes se componían de sólo consonantes y adolecían por tanto de falta de vocales, que las introdujeron los griegos en tiempos tan recientes como el s IX adne. Las primeras fueron α, ε, i, oυ (alfa, épsilon, iota, ómicron e ípsilon, siendo la ypsilon tanto la "u" como la "y" en tiempos posteriores). Los jeroglíficos egipcios se componían sólo de consonantes. No sabemos cómo las pronunciaban.
    Pues bien, si para los judíos las vocales no existían para escribir palabras, y el nombre de su dios era Innombrable, bien pudieron utilizar sólo vocales para llamarle Iaoué (luego YHWH o YHVH y posteriormente Yahvé/Jehová) consiguiendo de este modo darle nombre sin infringir el tabú de nominarlo. Ingenioso, no? y creíble? u os parece un  disparate? 
  

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