1545 (D 25/3/18) Otra(*) historia romántica

(relato que vi en un cortometraje cuyo título y autor he olvidado por completo)

      -¿No te da pena tenerle aquí, encerrado en una jaula?

      -No. Además es mío, y yo con lo mío hago lo que quiero.

      -¿Te gustaría que te encerraran a ti en una pajarera?

      -Este pájaro está contento aquí, ha nacido aquí, tiene comida y bebida y tranquilidad, mucha tranquilidad, aquí. El no sabría vivir fuera.

      -Cómo no iba a saber vivir fuera!? Eso sería lo natural, tiene alas, y lo suyo sería que pudiera volar… Teniendo aquí cerca un parque…

    -Si este pájaro saliera de la jaula no sobreviviría ni media hora. No sabe volar y cualquier cazador le pegaría dos tiros, o se daría de bruces contra el suelo y de inmediato caería sobre él algún gato de los muchos que callejean en este barrio…

     -Un cazador? aquí, en mitad del barrio…

     -Mira, tío, métete en tus asuntos, vale? Y déjalo en paz, que no te necesita para nada.

     Esta conversación se repetía con frecuencia en la barra del bar cuyo dueño era dueño también de la jaula. Y del pájaro que trinaba de contento. Inconsciente de su desgracia, se pasaba el día trinando.

   Hasta que un día el amigo de los pájaros no pudo contenerse y, aprovechando la ausencia temporal del mesonero que preparaba en la cocina un montadito de tortilla de gambas, marchando cocina!, abrió la jaula -la libertad!, oh cielos!, la libertad!- y dejó escapar al pájaro que, tras un revoloteo más ruidoso que elegante, salió del bar volando como alma que lleva el diablo.
     Cinco segundos más tarde resonaron pam! pam! dos tiros en el parque.

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(*) Otra historia romántica puede verse en la entrada 1538 del domingo 18 de este mismo mes y año.

Otra historia romántica; ésta, gráfica