Y dices que eres de Sevilla? De dónde…
De San Juan de Aznalfarache.
Yo, de la Oliva. Y del Betis.
Manque pierda.
Manque pierda. Yo estoy por el Betis y por
Triana.
Pero el Betis no está en Triana sino en
Heliópolis.
Ya lo sé. Pero yo estoy por el Betis y por
Triana. Y cómo es eso de que estás haciendo el camino de Santiago, con estos fríos?
Pues ya ves, acabo de llegar a Calatayud desde
Fátima, por Zaragoza, y ahora voy a Daroca y Calamocha.
Parece que te has desviado un poco. Y has
venido desde Zaragoza de un tirón? (más de
80 kms en una mañana…)
No, salí ayer hasta la Almunia de doña
Godina (más de 50 kms) donde dormí.
En un albergue?
No, en la calle. Yo duermo en la calle. En
los albergues me pueden robar el móvil que tiene GPS. Yo voy a los albergues
para ducharme.
Pero en la calle hace frío estos días. En
Calamocha puedes llegar a 15 bajo cero.
Estoy acostumbrado. Llevo andando y
durmiendo en la calle desde Mayo del año pasado. Es una promesa que le hice a
mi madre cuando murió. (Me nota desconfiado
y desenrolla una tira de más de 3 mts de larga donde figura “su” nombre y los
sellos de los albergues del Camino de Santiago). Eugenio Arjona Baeza, como
ves, apellidos andaluces.
Así que peregrino, con dos vieiras y todo,
pero no sólo del Camino de Santiago, más bien de la Via Láctea…
Bueno, voy a donde quiero, duermo donde me quedo, como de lo que
me dan…
Has comido?
No
Tienes hambre.
Un poco.
Mari Fe, tienes abierta la cocina?
Son ya las 3 y estoy sola. Pero puedo
hacerte un bocadillo. De queso, jamón, pollo, huevo, vegetal…
Muy bien. Por mí, vale. De queso, jamón,
pollo, huevo y vegetal (la interrumpe, ansioso).
Vamos a invitarle, que es un peregrino y
está haciendo el camino de Santiago.
Quieres otra copa de vino?
Sí, sí, por favor. Que no hay peregrino si
le falta el vino.
¿Cuánto te debo?
Cinco euros.
(No le alcanza ni para un bocadillo pero tiene un móvil Smartphone con GPS. Hace el camino
de Santiago desde Fátima hasta Vinaroz pasando por Zaragoza, Calatayud y
Calamocha. Pero es afable y alardea de su libertad pregonándola por carreteras
y por calles. Si es verdad lo que me cuenta, resulta simpático, vale la pena invitarle
a un bocadillo. Si me ha timado cinco euros, entonces es aún más simpático y vale
más todavía: una página del blog.)
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