1501 (V 9/2/18) Activos tóxicos

    Lo oís continuamente. Pero sabéis lo que es?

   Activo en un balance es lo que la empresa (o propietario) tiene, y pasivo lo que debe. En el pasivo figura también lo que se debe a los accionistas (o dueños de la empresa) que se contabiliza en la partida de Pérdidas y Ganancias. Algo más complicado son las provisiones, que por ahora las dejamos. Activos son el dinero de caja, lo que te deben los clientes, las inversiones que tienes (sean inmuebles, valores bursátiles…).., y deben reflejar su valor correcto, que no siempre es el de costo. Cuando un banco desahucia o adquiere un inmueble a un precio que luego se devalúa, el importe que figura en el balance no es real, y la diferencia de valor entre lo que figura y lo que vale de verdad, es la toxicidad. Es tóxico, pues, todo activo que, vendido, o vuelto líquido, no llegue a su valor contable, entendiéndose por tóxica la cantidad no recuperable. Como son los morosos irrecuperables, por ejemplo.

     Pues bien, Aristóbulo de Juan, ex-gobernador del Banco de España, calcula en un billón de € los activos improductivos en la banca europea. Un billón, la misma cantidad que nuestro PIB o nuestra Deuda pública.

     Una solución (falsa) sería ceder esos activos a una filial inmobiliaria, y que ésta los gestione. Pero a qué valor? Si se hace al valor contable, sanearemos el balance del Banco pero a costa de trasladar el problema a la inmobiliaria. Si lo hacemos por el valor real, la diferencia entre los valores reales y los contabilizados iría automáticamente contra la cuenta de Pérdidas del banco.

   Si obligáramos a los bancos a sanear sus balances corrigiendo los valores de sus activos actualizándolos con su valor real, no quedaría ninguno en pie. Y no porque no pudieran afrontarlo sino porque el desequilibrio que ocasionaría alteraría letalmente la estabilidad y credibilidad que necesita el sistema financiero y la economía. Así que estamos mejor callados.

    En EE.UU lo tienen más fácil y van a arreglarlo en un pis pas. Como aplican las leyes del mercado desregulado, les basta con ponerse de perfil y mirar a otro lado mientras dicen (y así lo piensan): no hay problema, que se apañe el mercado, que seguro que se arregla.