Que el aparato se te “estropee” en una
fecha pre-determinada, porque así venía programado desde fábrica, te obliga a comprar
otro nuevo que es de lo que se trata. Te obligan a comprar otro nuevo aunque el
“viejo” te sirviera todavía, y podría haber seguido siendo útil durante
bastante tiempo, aunque cada día funcionara más ralentizadamente. Los móviles,
las impresoras (los cartuchos)… y hasta las botas de montaña han caído en esa
práctica y a este paso todos los productos saldrán de fábrica con un tiempo
limitado, si algo no lo remedia.
En Francia parece que se ha legislado sobre el tema permitiendo a las autoridades exigir de los fabricantes su “código de fuentes”, porque el software que mata al aparato es inaccesible para el usuario. Pero éste es otro error. Francia debería haber impulsado esta iniciativa a nivel europeo y no sólo en el territorio francés porque el mal es global, el mercado es global y los fabricantes son globales, por lo que el remedio debería ser global.
En Francia parece que se ha legislado sobre el tema permitiendo a las autoridades exigir de los fabricantes su “código de fuentes”, porque el software que mata al aparato es inaccesible para el usuario. Pero éste es otro error. Francia debería haber impulsado esta iniciativa a nivel europeo y no sólo en el territorio francés porque el mal es global, el mercado es global y los fabricantes son globales, por lo que el remedio debería ser global.
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