1442 (M 31/10/17) Adoctrinamiento

Si alguien cree que el adoctrinamiento y lavado de cerebros de menores en Cataluña es una patraña inventada por los fachas de los españoles, puede dejar de leer esto. Pero que al menos piense en cómo es posible que un 75% del profesorado catalán, tres de cada cuatro, pueda ser independentista, si es que lo son, según he leído, y no influir en su alumnado.

  La educación debe enseñar al menor a desarrollar su espíritu crítico y a forjarse su propia idea de la realidad, debiendo ser condenable el lavado de cerebros indefensos inculcándoles la ideología de sus profesores, cualquiera que ésta esa. (Os remito a un texto: "Hacer nación en la escuela", de un catedrático de Sociología.) Porque el adoctrinamiento impide a los menores aprender a pensar por sí mismos, lo cual es pura castración mental. (Como muestra de esto no hay más que ver a los políticos del PP.) 
   Pero es que en este caso el adoctrinamiento, si lo hay (que sí, que lo hay, según muestran todos los indicios), tiene efectos tan nocivos como el odio que provoca, en este caso, contra todo lo español. Lo cual debe ser objeto de control aunque ello signifique ser tildado de censura. 

     A título de ejemplo, sobran, cito de un texto de Encarna Samitier en El Heraldo del 26/10/17 el último párrafo: “Las primeras letras, como si fueran un primer amor, nunca se olvidan. La ‘o’ de ojo, la ‘a’ de araña, la ‘u’ de uva, la ‘r’ de rosa… Son asociaciones ingenuas, nada que ver con el Abecedari de l’independencia, a la venta en librerías, para que niños de 5 a 8 años aprendan y "conozcan las palabras del proceso que vive Cataluña". Parece un chiste malo, pero ahí están: la ‘a’ de Asamblea Nacional de Catalunya, la ‘o’ de Omnium Cultural, la ‘e’ de estelada, la ‘i’ de independencia, la ‘u’ de urna, la ‘s’ de sí en el referéndum… y la ‘b’ de burro autóctono de Cataluña. Que un manual así se cuele entre los libros y cuentos infantiles, más que una anécdota es un síntoma siniestro de una deriva que llega hasta utilizar a los niños”.

   Si es verdad que de cuatro profesores catalanes tres son independentistas tendremos que reconocer que los chauvinistas lo han hecho bastante bien: no hace falta adoctrinar a los menores; basta con adoctrinar a sus profesores. Los cuales de este modo asumen la función de guardia pretoriana de la ideología reaccionaria de un nacionalismo secesionista.

   Aunque la pregunta que sigue no venga a cuento, dejarían ustedes a sus hijos bajo el cuidado de pederastas? Pues la castración mental puede perjudicar tanto o más que los traumas sexuales.

    Ahora me entenderéis lo que quise decir hace poco en este blog cuando propuse que las dos medidas prioritarias que hay que tomar urgentemente en Cataluña, tan pronto se normalice la situación, son la convocatoria de nuevas elecciones y el control de la educación para evitar que se corrompa como adoctrinamiento. Cualquiera debe ser libre para pensar como independentista o como quiera, pero la sociedad tiene que defenderse contra la institucionalización de estas ideologías como partidos políticos. Por lo que la tercera medida sería la ilegalización de los partidos que defiendan el independentismo.