Dos mossos, eran sólo dos. Les esperaban sopotocientos
catalano-parlantes separatistas que querían votar y que se abrieron para darles
paso hasta la entrada del colegio. Allí preguntaron por los responsables de la
concentración a quienes informaron de su cometido:
- No
pueden ustedes seguir aquí.
- Ya lo
sabemos, pero seguiremos.
- Vale.
Pues nada, nois, lo dicho, hasta luego.
- Que
ustedes lo pasen bien.
Y se
retiraron, sin más, entre los aplausos de los asistentes que gritaban “votarem!,
votarem! votarem!...”
Llegados
a la furgoneta oficial uno de los dos se percató de que había una cámara
grabándoles y regresó al grupo para dar mayor realce a su representación, perdón,
a su actuación. Y departió con los vecinos unos segundos en plano general,
mejor habría quedado en plano corto.
Y cuando abandonaban
el lugar, el copiloto sacó el brazo por la ventanilla para saludarnos:
-Passi-ho
bé.
-Adéu siau,
sonriéndonos y con un gesto de hombros como diciendo: “qué
tal lo hemos hecho? Bien, verdad?”
* *
* .../... * * *
Dada la connivencia pasiva de los Mossos con la masa
de votantes, que ha sido denunciada por siete querellantes, intervienen los
agentes de las guardia civil y de la policía nacional –a petición, por escrito,
de los Mossos-, con los consiguientes efectos colaterales: más de 750 heridos,
844 según la Generalitat, de los cuales uno herido en un ojo por bala-pelota de
goma, en la masa de votantes, y del bando oficial, dicen, heridos11 policías y
2 guardias civiles.
En vista de lo cual,y dado el cariz que va tomando el curso de los acontecimientos, se reúne de urgencia la junta del Barça para reflexionar sobre la conveniencia de suspender, o no, el partido que esta tarde el Barça...

(Los interesados en leer la crónica completa, de tres páginas, de esta jornada apasionante pueden clickar aquí.
Los angloparlantes pueden leer la extensa crónica del New York Times aquí.)
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