jueves, 2 de febrero de 2017

1387 (J 2/2/17) Serendipity

“Hallazgo valioso que se produce de manera casual.” El publicista avispado lo aplica así: “Serendipia en Volkswagen. Descubre el efecto de ir a buscar algo y encontrar algo mejor”.
    La primera vez que oí, o leí, esta palabra inglesa me sonó a campanillas. Y desde entonces he buscado sus orígenes, sin encontrarlos. Hasta que al fin Alex Grijelmo me los desvela.
Este nuevo vocablo en castellano se halla en apenas 17 textos del inmenso banco de datos de la RAE y sólo uno de ellos es anterior al 2002. Equivale a chamba, chiripa, carambola…, aunque a mí me suena mejor (por esdrújula?) serendípiti. Apareció por primera vez en un cuento del autor inglés Horace Walpole (1717- 1797) titulado Los tres príncipes de Serendip, que era el nombre árabe de Ceilán (hoy Sri Lanka), los cuales príncipes resolvían siempre sus problemas por casualidad.
   El vocablo quedó olvidado hasta que fue rescatado por la revista Scientific American en 1955 para referirse a grandes hallazgos casuales. Serendipity se diferencia de fluke (chiripa) en que la primera se aplica principalmente a hallazgos científicos por casualidad mientras que la segunda se refiere a una mera coincidencia afortunada.
     Ok?

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