Los selfies del PP |
Somos muchos los que desde el inicio de este
galimatías venimos afirmando que, en el bucle electoral en que nos encontramos,
el PSOE, como dice Beramendi, sólo tiene tres salidas: o se abstiene para dejar
gobernar al PP, o forma coalición con Podemos y los partidos regionalistas, o
nos mete de bruces en nuevas elecciones. No hay otra alternativa. Lo que no puede
hacer es seguir refugiado en el silencio. En este sentido es verdad que si tenemos que votar por tercera vez, la culpa será del PSOE.
Lo
que no puede hacer es morderse la cola y arrojarnos a unas nuevas elecciones.
Lo razonable y eficaz sería aliarse con Podemos. En todo caso, permitir gobernar al PP absteniéndose en la votación de investidura, para actuar como oposición contra un gobierno de derechas, sería penoso pero no es tan
grave: la mayoría parlamentaria progresista obligaría al PP a dar marcha atrás en
todos sus decretos leyes (Mordaza, Educación…), expulsar a los corruptos, garantizar
la independencia judicial y de los medios de comunicación, recuperar el gasto
público recortado en Sanidad y Educación, profundizar en las políticas
sociales, contra-reformar la reforma laboral, y blindar el Estado del Bienestar
contra “el capitalismo de captura del sector público como pieza de caza mayor
mientras se predica la eficiencia del mercado” (auto-regulado). Lo que de paso haría que el PP se purgara tragando
sapos y quina por un tubo.
Lo
que no es de recibo es encerrarse en el NO y abocarnos con ello a esas terceras
elecciones.
(Pero
que quede claro que si el PSOE no sale de ésta y muere por inanición, habrá
sido por suicidio.)
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