sábado, 25 de junio de 2016

1222 (S 25/6/16) Enhorabuena, ingleses! Enhorabuena, Europa! Bienidos seáis!

“Niebla en el estrecho! El continente ha quedado aislado!”
    Los catastrofistas y los medios alarmistas (en mayor o menor grado lo son todos) enfatizan la baja de las Bolsas en los mercados financieros. Pero eso a ti y a mí que nos importa? Aparte de que en un plazo más o menos cercano recuperarán su normalidad.
   Como primer efecto inmediato del 52/48% a favor del Brexit (BRitish-EXIT, salida de Gran Bretaña de la UE), el presidente Cameron anuncia su dimisión para que en el próximo congreso del partido conservador en octubre se elija al nuevo líder que negocie con Bruselas la separación. Separación que habrá de negociarse en un plazo que se calcula que puede durar más de 2 años (hasta 7 he llegado a leer en algún sitio).
   Huyen de la recesión económica europea, reforzada (y provocada!) por la política económica austérica, en una actitud que más que anti-Bruselas a mí me parece anti-Frankfurt, cuyo centro financiero quería emular a la City londinense. Y hasta ahí podíamos llegar!
   Y Escocia e Irlanda, sobre todo la primera, provocarán de nuevo un referéndum sobre su separación de Gran Bretaña, a fin de reintegrarse en la UE. Al tiempo que Irlanda del Norte se plantea adherirse a la Irlanda de Dublín.
  Europa no se fracciona, al revés. Pero el estallido del Reino Unido, eso ya son palabras mayores. 
   No es fácil que les sigan otros países europeos. Imagináis un Frexit (FRenchEXIT) por más que sigamos cautivos en una Europa alemana que nos fustiga con un euro alemán? Pero invita a pensar. Porque no es lo mejor lo que tenemos.
    Al peligro sajón se añade ahora que el alemán sustituya al inglés como lengua franca en Europa. Y entonces ya sí que apaga y vámonos.
    El efecto dominó lo quieren forzar Le Pen en Francia y los partidos de extrema derecha en Holanda y Dinamarca, que dicen querer votar su salida de la UE. Lo que quieren es fronteras cerradas y control de la inmigración.
     El humor inglés se deja ver en una iniciativa de los londinenses, mayoritariamente europeos, para salirse, dicen, de Inglaterra con el fin de integrarse en la UE.
   El millón de ingleses que residen en Europa y los 200.000 españoles que han emigrado al Reino Unido no se verán afectados en estos dos primeros años, manteniendo después su situación por acuerdos de convenio y no por el tratado. Acuerdos de convenio son los que regulan las relaciones entre sus ciudadanos y los “europeos” en Islandia, Suiza, Canadá, Liechtenstein y sobre todo Noruega. Y parece que funcionan bastante bien. 
    Gran Bretaña nunca fue, ni quiso ser, parte integrante de Europa. En este matrimonio de conveniencia que sólo soportaban en tanto en cuanto les reportaran beneficios, a ellos, nunca estuvieron cómodos. Y trabando con palos las ruedas del desarrollo europeo, dificultaron siempre el avance de la Unión.
    Si a esto le añadimos la apropiación indebida que han hecho los alemanes de su Europa, es fácil entender el desencanto, la decepción, y por fin la despedida. Qué falta les hacíamos? qué falta nos hacen ellos a nosotros? con lo bien que se ven los toros desde la barrera, que es lo que siempre han hecho.
    Europa se fractura? Al contrario: espero que con este motivo se cohesione, pero con otra política económica. Es esto el principio del fin de Europa? No. Ojalá sea el final de una Europa cautiva de financieros reaccionarios alemanes.
    En cuanto a los ingleses, no se van, seguirán ahí, al norte de Francia. Y aquí no pasa nada. (En España tampoco pasa nada, pero aquí es que “nunca pasa nada”, aunque la mierda nos alcance el cuello, la prueba es que sobreviven más de siete millones que siguen votando a la mafia de delincuentes del PP.) Las posibles inconveniencias de esta nueva etapa los británicos las superarán fácilmente (ya sabemos que los dos primeros años seguirá todo igual). Y su orgullo y su libra, libres de políticas ajenas y Bancos emisores extranjeros, serán de nuevo su escudo y su bandera.

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