miércoles, 27 de abril de 2016

1191 (X 27/4/16) La Deuda puede ser buena

Son muchas las veces que en este blog hemos insistido en que la deuda pública no tiene nada que ver con la privada, que a veces incluso son contrarias, que un ajuste presupuestario que siempre es aconsejable a nivel particular puede no serlo en las finanzas públicas, etc., por lo que no vamos ahora a repetirnos aquí. Bastará recordar el post 1108 del S. 14/11/2015.
   En esta entrada de hoy sólo queremos enfatizar la naturaleza especial de la Deuda pública hasta el punto de declararla aconsejable, atreviéndonos a considerarla como un “activo” en lugar de un pasivo, como lo hace Krugman en el siguiente texto que titula En deuda con Alexander Hamilton:

    Hamilton sostenía que la existencia de una deuda nacional importante, de hecho bastante elevada, sería buena para los negocios. ¿Por qué? Porque "en los países donde la deuda nacional está bien financiada, y es objeto de una confianza consolidada, dicha deuda satisface la mayoría de las finalidades que tiene el dinero". Es decir, los bonos emitidos por el Gobierno de Estados Unidos representarían un ACTIVO seguro y fácil de traspasar que el sector privado podría utilizar como reserva de valor, como garantía para sus acuerdos y, en general, como lubricante de la actividad empresarial. En consecuencia, la deuda se convertiría en una "bendición nacional" que haría la economía más productiva.

      Hamilton decidió consolidar en una sola deuda federal la suma de las deudas de los estados federados. Y con ello hizo posible el surgimiento de una potencia económica y financiera como la que es actualmente EE.UU.

      Y la UE sigue empecinada en practicar una política económica y fiscal de ajustes presupuestarios a pesar de la contracción económica y la baja tasa de inflación, que se ven así agravadas al restringir la masa monetaria en perjuicio de la economía en general y de las clases más necesitadas en especial, aumentando con ello la desigualdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario