Para empezar lo
de Panamá lo conocía hasta el gorrilla de mi barrio. El impacto mediático es un
buen ejemplo de cómo se inflan las alarmas con tal de conseguir más audiencia o
ejemplares. Hay que ver la de fechas que llevamos con el tema desvelando nuevos
nombres cada día, incitándonos a su lapidación. Pero para mí lo más enervante
es que el gobierno del PP, maestro en plasmas y opacidades, se atribuya el
mérito de su delación como si ésta fuera debida a su política y a sus medidas
de transparencia. Hace falta desvergüenza! a la que por otra parte ya nos tiene
acostumbrados.
Las
nuevas normas y medidas contra la falta de transparencia se han promulgado
justamente para blindar las opacidades. Muestran una fachada de honradez que
oculta un perverso instrumento de impunidad y recortan los plazos de los
procesos penales para agilizar la justicia, dicen, cuando en realidad lo que
recortan son sus recursos humanos y técnicos, haciendo con ello imposible que
lleguen a la sentencia, reforzando las posibles prescripciones y aplicando, si
fuere necesario, los indultos necesarios y amnistías ad hoc cuando hagan falta.
Y ahora nos vienen con éstas, con que el
caso de la revelación pública de las cuentas en paraísos fiscales es prueba
evidente de la eficacia de la política y nueva normativa del gobierno sobre la
transparencia. Manda huevos! Cuando la realidad es que cada vez que se
descubren nuevos casos de delitos fiscales y de corrupción no acontece gracias
al PP del gobierno sino a pesar del gobierno del PP!
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