Este maldito gobierno del PP quiere
convencernos repitiendo que necesitamos un gobierno estable y que éste sólo
existe si se apoya en un gobierno fuerte con una amplia mayoría. Y como muestra
¿qué mejor ejemplo que esta última legislatura que ha dejado al país hecho unos
zorros (al 99% de la gran mayoría, no al 1% privilegiado) precisamente porque
el gobierno ha dispuesto de una mayoría absoluta?
Un gobierno fuerte para nuestro
inefable Presidente es el que goza de una mayoría que les permite legislar a
golpe de decreto, modificar las leyes a su capricho, secuestrar a los medios y
a las instituciones (todas! aunque sólo en sus cúpulas, pues en los jueces de
menor rango les han crecido los enanos), blindar con el Senado y dejar impunes
a sus cabecillas corruptos (sólo a todos los que puede, claro), etc., etc.,
etc.
No. No, señores. Todo lo contrario. Un gobierno débil, que no tenga
demasiada mayoría en el Parlamento, permitirá un mejor control parlamentario de
sus abusos lo que redundará inevitablemente en beneficio de los ciudadanos. Si
es verdad que a un gobierno fuerte (ahí están los regímenes autoritarios) le
corresponde una democracia débil, un gobierno débil permitirá, sin duda, una
mejor democracia.
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