¿Hay algo más radical que echar
raíces para que nada ni nadie pueda echarte del sillón? Lo curioso de
estos radicales populistas que nos gobiernan es que además son el verdadero
anti-sistema, pues han secuestrado las instituciones en su propio beneficio,
creando una desafección cada vez más profunda de los ciudadanos. Y lo peor
viene ahora: los verdaderos radicales populistas antisistema se defienden
tachando a los demás de radicales, populistas y antisistemas!, cabe mayor
desfachatez?
Por otra parte, qué tiene de peyorativo el radicalismo? Si estos políticos son en su mayoría católicos, cómo calificarían la conducta y doctrina de aquel sin par revolucionario
llamado Xristo?
Podridos hasta el cuello, cuando aparece alguien que los denuncia, su
respuesta es insultarles como radicales, populistas y antisistema; cuando
alguien propone hacer algo útil para el sistema y para los ciudadanos, su
respuesta es gritarles “radicales! populistas!” y calificarlos como antisistema;
cuando los nuevos partidos emergentes, integrándose en el sistema, sacan votos,
su única respuesta es avisar “cuidado! que éstos son unos populistas radicales
y antisistema!”.
Y lo hacen con consignas facciosas como lo demuestra el hecho de que
todos los portavoces y capitostes del partido o del gobierno que hablan en
público utilizan las mismas palabras, las mismas metáforas y literalmente las
mismas mentiras, sin que se sonrojen ni mucho menos se escondan debajo de la mesa.
Sabíamos de la mediocridad de los políticos. Pero tanto…
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