Oímos frecuentemente aquello de “ni
contigo ni sin ti”. Y esa aparente contradicción es consecuencia de la ambivalencia
afectiva de amor-odio de la que ya nos habló Freud. La otra parte de la pareja
nos resulta tan necesaria como sobrante, pues sin ella no somos nada pero con
ella podemos sentirnos agobiados, acosados, hartos, privados de nuestra
individualidad. Cuál de los dos sentimientos es más real, más natural, más sincero?
el de la atracción o el del rechazo? Yo he llegado a decir, y pido disculpas
por ello aunque no me arrepiento, que el amor es un subproducto del miedo (a la
soledad). En esa línea, pienso que el sentimiento más sincero es el de rechazo.
Pero una vez que superamos el incordio, el amor de la pareja se impone, como
algo reflexivo aunque menos espontáneo (menos mal, a ver cómo salgo de ésta).
Un segundo caso nos ayudará a entenderlo mejor. La naturaleza impone su
ley de emancipar a la cría tan pronto como se hace autosuficiente. Pero como en
el caso de la especie humana la cultura nos influye tanto (o más) que la genética,
la autosuficiencia de la cría no la aplicamos a los 7 ó 10 años sino a los 21,
para proteger al vástago del agresivo entorno que sufrimos todos. Vale. Pero
esa corrección cultural choca con la ley natural que obliga a los adolescentes
a reaccionar con cierta violencia contra los progenitores para crear su propio
espacio y albedrío. Lo que causa el sufrimiento de las madres y la excesiva
influencia del “cariño” maternal sobre los hijos más o menos débiles de
carácter que quedarán marcados de por vida. Es lo que llamamos ruptura
generacional que aquí describimos como efecto del choque genético contra el medio
cultural. Esta “aberración” no es extraño que derive en un uso del cariño como
instrumento de poder y de manipulación contra los adolecentes que se tienen que zafar como
pueden del “amor” de sus padres, sobre todo del cariño maternal. Y la madre
sufre, y el vástago se traumatiza, y la sociedad se tensa, y todos acabamos de los
nervios: por el chantaje del cariño, el amor contaminante.
Y el amor contaminante puede durar muchos muchos años con las secuelas de que repetición por creer que es el mejor amor...
ResponderEliminarTe felificto, sumamente interesante,
Besos
tRamos